El buey conoce a su dueño Y el asno el pesebre de su amo; Pero Israel no conoce, Mi pueblo no tiene entendimiento."
(Isaías 1:3)
¡Ay, nación pecadora, Pueblo cargado de iniquidad, Generación de malvados, Hijos corrompidos! Han abandonado al SEÑOR, Han despreciado al Santo de Israel, Se han apartado de El.
(Isaías 1:4)
¿Dónde más serán castigados? ¿Continuarán en rebelión? Toda cabeza está enferma, Y todo corazón desfallecido.
(Isaías 1:5)
Desde la planta del pie hasta la cabeza No hay nada sano en él, Sino golpes, verdugones y heridas recientes; No han sido curadas, ni vendadas, Ni suavizadas con aceite.
La tierra de ustedes está desolada, Sus ciudades quemadas por el fuego, Su suelo lo devoran los extraños delante de ustedes, Y es una desolación, como destruida por extraños.
(Isaías 1:7)
La hija de Sion ha quedado como cobertizo en una viña, Como choza en un pepinar, como ciudad sitiada.
(Isaías 1:8)
Si el SEÑOR de los ejércitos No nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, Seríamos como Sodoma, Y semejantes a Gomorra.
(Isaías 1:9)
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Isaías 1:6 - Referencia Cruzada
Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay pestes o plagas, langosta o saltamontes, si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga o cualquier enfermedad que haya ,
(2 Crónicas 6:28)
Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado; Ando enlutado, el espanto se ha apoderado de mí.
(Jeremías 8:21)
Al oír Jesús esto, dijo: "Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
(Mateo 9:12)
Porque El inflige dolor, pero da alivio; El hiere, pero Sus manos también sanan.
(Job 5:18)
Yo, pues, soy como polilla para Efraín, Y como carcoma para la casa de Judá.
(Oseas 5:12)
Curan a la ligera el quebranto de Mi pueblo, Diciendo: 'Paz, paz,' Pero no hay paz.
(Jeremías 6:14)
Y un pobre llamado Lázaro que se tiraba en el suelo a su puerta cubierto de llagas,
(Lucas 16:20)
Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta del pie hasta la coronilla.
(Job 2:7)
No hay remedio para tu quebranto, Tu herida es incurable. Todos los que oigan noticias de ti Batirán palmas sobre ti, Porque ¿sobre quién no pasó Constantemente tu maldad?
(Nahúm 3:19)
Pero para ustedes que temen (reverencian) Mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldrán y saltarán como terneros del establo.
(Malaquías 4:2)
Porque así dice el SEÑOR: 'Incurable es tu quebranto, Y grave tu herida.
(Jeremías 30:12)
En el día de mi angustia busqué al Señor; En la noche mi mano se extendía sin cansarse; Mi alma rehusaba ser consolada.
(Salmos 77:2)
Pero ciertamente Yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
(Jeremías 33:6)
Nada hay sano en mi carne a causa de Tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado.
(Salmos 38:3)
Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
(Lucas 10:34)