Cantares 1:5 - Referencia Cruzada

En gran manera me gozaré en el SEÑOR, Mi alma se regocijará en mi Dios. Porque El me ha vestido de ropas de salvación, Me ha envuelto en manto de justicia Como el novio se engalana con una corona, Como la novia se adorna con sus joyas. (Isaías 61:10)

Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El. (2 Corintios 5:21)

Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a mi amor Hasta que quiera." (Cantares 2:7)

Tus labios son como hilo de escarlata, Y tu boca, encantadora. Tus mejillas, como mitades de granada Detrás de tu velo. (Cantares 4:3)

Porque el SEÑOR se deleita en Su pueblo; Adornará de salvación a los afligidos. (Salmos 149:4)

Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El. (1 Juan 3:1)

Paloma mía, en las grietas de la peña, En lo secreto de la senda escarpada, Déjame ver tu semblante, Déjame oír tu voz; Porque tu voz es dulce, Y precioso tu semblante." (Cantares 2:14)

Hijas de reyes hay entre Tus damas nobles; A Tu diestra, en oro de Ofir, está la reina. (Salmos 45:9)

Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa! (Mateo 10:25)

Todos los rebaños de Cedar serán reunidos para ti, Los carneros de Nebaiot estarán a tu servicio. Subirán como ofrenda agradable sobre Mi altar, Y Yo glorificaré la casa de Mi gloria. (Isaías 60:7)

Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésta es nuestra madre. (Gálatas 4:26)

Pero cuando el rey entró a ver a los invitados, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda, (Mateo 22:11)

Pero el padre dijo a sus siervos: 'Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo; pónganle un anillo en su mano y sandalias en los pies. (Lucas 15:22)

Quiero que juren, oh hijas de Jerusalén; Que no despertarán ni levantarán a mi amor, Hasta que quiera." (Cantares 8:4)

Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros. Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos; Sí, la obra de nuestras manos confirma. (Salmos 90:17)

Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a mi amor, Hasta que quiera." (Cantares 3:5)

Eres hermosa como Tirsa, amada mía, Encantadora como Jerusalén, Imponente como un ejército con estandartes. (Cantares 6:4)

¡Ay de mí, porque soy peregrino en Mesec, Y habito entre las tiendas de Cedar! (Salmos 120:5)

Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no piensen en proveer para las lujurias de la carne. (Romanos 13:14)

Hizo sus columnas de plata, Su respaldo de oro Y su asiento de púrpura, Su interior tapizado con amor Por las hijas de Jerusalén. (Cantares 3:10)

¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! (Lucas 13:34)

Entonces tu fama se divulgó entre las naciones por tu hermosura, que era perfecta, gracias al esplendor que Yo puse en ti," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 16:14)

Nosotros somos necios por amor de Cristo, pero ustedes, prudentes en Cristo. Nosotros somos débiles, pero ustedes, fuertes. Ustedes son distinguidos, pero nosotros, sin honra. (1 Corintios 4:10)

Creció delante de El como renuevo tierno, Como raíz de tierra seca. No tiene aspecto hermoso ni majestad Para que Lo miremos, Ni apariencia para que Lo deseemos. (Isaías 53:2)

para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, (Efesios 5:26)

Su paladar es dulcísimo, Y todo él, deseable. Este es mi amado y éste es mi amigo, Hijas de Jerusalén." (Cantares 5:16)

Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor." (Cantares 5:8)