Nueva Biblia Latinoamericana
Soy morena pero preciosa, Oh hijas de Jerusalén, Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón. (Cantares 1:5)
No se fijen en que soy morena, Porque el sol me ha quemado. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; Me pusieron a guardar las viñas, Pero mi propia viña no guardé. (Cantares 1:6)
Dime, amado de mi alma: ¿Dónde apacientas tu rebaño ? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía? ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo Junto a los rebaños de tus compañeros?" (Cantares 1:7)
Si tú no lo sabes, ¡Oh la más hermosa de las mujeres!, Sal tras las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas Junto a las cabañas de los pastores."
A mi yegua, entre los carros de Faraón, Yo te comparo, amada mía. (Cantares 1:9)
Hermosas son tus mejillas entre los adornos, Tu cuello entre los collares." (Cantares 1:10)
Haremos para ti adornos de oro Con cuentas de plata." (Cantares 1:11)

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Cantares 1:8 - Referencia Cruzada

Así dice el SEÑOR: "Párense en los caminos y miren, Y pregunten por los senderos antiguos, Cuál es el buen camino, y anden por él; Y hallarán descanso para sus almas. Pero dijeron: 'No andaremos en él.' (Jeremías 6:16)
¿Adónde se ha ido tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Adónde se ha dirigido tu amado, Para que lo busquemos contigo?" (Cantares 6:1)
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana mía, esposa mía! ¡Cuánto mejores son tus amores que el vino, Y la fragancia de tus ungüentos Que todos los bálsamos! (Cantares 4:10)
¡Cuán hermosos son tus pies en sandalias, Oh hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como joyas, Obra de manos de artífice. (Cantares 7:1)
Eres hermosa como Tirsa, amada mía, Encantadora como Jerusalén, Imponente como un ejército con estandartes. (Cantares 6:4)
Toda radiante está la hija del Rey dentro de su palacio; Recamado de oro está su vestido. (Salmos 45:13)
Y de la misma manera, ¿no fue la ramera Rahab también justificada por las obras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? (Santiago 2:25)
¿Qué clase de amado es tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Qué clase de amado es tu amado, Que así nos ruegas?" (Cantares 5:9)
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. (Efesios 5:27)
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? (Santiago 2:21)
En cuanto a los santos que están en la tierra, Ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia. (Salmos 16:3)
¡Cuán hermosa eres, amada mía. Cuán hermosa eres! Tus ojos son como palomas detrás de tu velo; Tu cabellera, como rebaño de cabras Que descienden del Monte Galaad. (Cantares 4:1)
a fin de que no sean perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas. (Hebreos 6:12)
Hermanos, tomen como ejemplo de paciencia y aflicción a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. (Santiago 5:10)
Toda tú eres hermosa, amada mía, Y no hay defecto en ti. (Cantares 4:7)
Sean imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo. (1 Corintios 11:1)
Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla. (Hebreos 11:4)
Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y ustedes han llegado a ser hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada que pueda aterrorizarlas. (1 Pedro 3:6)
Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas día a día, Aguardando en los postes de mi entrada. (Proverbios 8:34)
Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la gloria, Porque las bodas del Cordero han llegado y Su esposa se ha preparado." (Apocalipsis 19:7)
Entonces el Rey deseará tu hermosura; Inclínate ante El, porque El es tu señor. (Salmos 45:11)
¡Cuán hermosa eres, amada mía, Cuán hermosa eres! Tus ojos son como palomas." (Cantares 1:15)
Acuérdense de sus guías que les hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imiten su fe. (Hebreos 13:7)
Cuando acabaron de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que éstos?" "Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero," Le contestó* Pedro. Jesús le dijo: "Apacienta Mis corderos." (Juan 21:15)
Mi amado habló, y me dijo: 'Levántate, amada mía, hermosa mía, Y ven conmigo. (Cantares 2:10)