Nueva Biblia Latinoamericana
En cuanto a ustedes, la unción que recibieron de El permanece en ustedes, y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como les ha enseñado, ustedes permanecen en El. (1 Juan 2:27)
Y ahora, hijos, permanezcan en El, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de El avergonzados en Su venida. (1 Juan 2:28)
Si saben que El es justo, saben también que todo el que hace justicia es nacido de El. (1 Juan 2:29)
Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El.
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a El, porque Lo veremos como El es. (1 Juan 3:2)
Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro. (1 Juan 3:3)
Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley. (1 Juan 3:4)

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1 Juan 3:1 - Referencia Cruzada

Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios. (Colosenses 3:3)
de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. (Romanos 8:21)
Si el mundo los odia, sepan que Me ha odiado a Mí antes que a ustedes. (Juan 15:18)
Masquil de Etán el Ezraíta. Por siempre cantaré de las misericordias del SEÑOR; Con mi boca daré a conocer Tu fidelidad a todas las generaciones. (Salmos 89:1)
a fin de que redimiera a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. (Gálatas 4:5)
Pues todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. (Gálatas 3:26)
¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas. (Salmos 36:7)
Y aun esto fue insignificante ante Tus ojos, oh Señor DIOS, pues también has hablado de la casa de Tu siervo concerniente a un futuro lejano. Y ésta es la ley de los hombres, oh Señor DIOS. (2 Samuel 7:19)
El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas? (Romanos 8:32)
Yo seré un padre para ustedes, Y ustedes serán para Mí hijos e hijas," Dice el Señor Todopoderoso. (2 Corintios 6:18)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito (único), para que todo aquél que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, (Efesios 2:4)
El vencedor heredará estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo. (Apocalipsis 21:7)
Yo había dicho: '¡Cómo quisiera ponerte entre Mis hijos, Y darte una tierra deseable, La más hermosa heredad de las naciones!' Y decía: 'Padre Mío Me llamarán, Y no se apartarán de seguirme.' (Jeremías 3:19)
¡Cuán grande es Tu bondad, Que has reservado para los que Te temen, Que has manifestado para los que en Ti se refugian, Delante de los hijos de los hombres! (Salmos 31:19)
Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)
Oh Padre justo, aunque el mundo no Te ha conocido, Yo Te he conocido, y éstos han conocido que Tú Me enviaste. (Juan 17:25)
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. (Romanos 8:14)
Y si ustedes son de Cristo, entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa. (Gálatas 3:29)
Como también dice en Oseas: "A LOS QUE NO ERAN MI PUEBLO, LLAMARE: 'PUEBLO MIO,' Y A LA QUE NO ERA AMADA: 'AMADA M&IA .' (Romanos 9:25)
ustedes sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, (Efesios 3:18)
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito (único) al mundo para que vivamos por medio de El. (1 Juan 4:9)
Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, (Juan 1:12)
Pero el número de los Israelitas Será como la arena del mar, Que no se puede medir ni contar; Y sucederá que en el lugar Donde se les dice: "No son Mi pueblo," Se les dirá: "Son hijos del Dios viviente." (Oseas 1:10)
Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a Mí. (Juan 16:3)