Nueva Biblia Latinoamericana
Estoy profundamente afligido; SEÑOR, vivifícame conforme a Tu palabra. (Salmos 119:107)
Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh SEÑOR, Y enséñame Tus ordenanzas. (Salmos 119:108)
En peligro continuo está mi vida, Con todo, no me olvido de Tu ley. (Salmos 119:109)
Los impíos me han tendido lazo, Pero no me he desviado de Tus preceptos.
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. (Salmos 119:111)
He inclinado mi corazón para cumplir Tus estatutos Por siempre, y hasta el fin. (Salmos 119:112)
Sámec. Aborrezco a los hipócritas, Pero amo Tu ley. (Salmos 119:113)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 119:110":

Charles Spurgeon
Personas favorecidas
En este artículo, Charles Spurgeon reflexiona sobre la importancia de tener un corazón recto para poder disfrutar del favor de Dios y la comunión con Él. El salmista anhela vivir en la presencia de Dios y bendecir siempre su nombre, incluso en momentos difíciles. Spurgeon nos invita a buscar la rectitud y la integridad en todas las cosas para poder disfrutar de la presencia y el favor de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Una Cita con Cristo : Proverbios 3 (Parte 3)
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda reflexiona sobre Proverbios 3 y nos anima a no olvidar la ley de Dios y guardar sus mandamientos en nuestros corazones. También destaca la importancia de estudiar, memorizar y meditar en la palabra de Dios para vivir una vida alineada con sus enseñanzas.


Salmos 119:110 - Referencia Cruzada

Tú reprendes a los soberbios, los malditos, Que se desvían de Tus mandamientos. (Salmos 119:21)
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios. (Daniel 6:10)
Con todo mi corazón Te he buscado; No dejes que me desvíe de Tus mandamientos. (Salmos 119:10)
Los impíos me esperan para destruirme; Tus testimonios consideraré. (Salmos 119:95)
Los soberbios me insultaron en gran manera, Sin embargo, no me he apartado de Tu ley. (Salmos 119:51)
Bendito sea el SEÑOR, Que no nos ha entregado como presa de los dientes de ellos. (Salmos 124:6)
Los escribas y los principales sacerdotes procuraron arrestar a Jesús en aquella misma hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. (Lucas 20:19)
Si dicen: "Ven con nosotros, Pongámonos al asecho para derramar sangre, Sin causa asechemos al inocente, (Proverbios 1:11)
Los soberbios han ocultado trampa y cuerdas para mí; Han tendido red al borde del sendero; Me han puesto lazos. (Selah) (Salmos 140:5)
Guárdame de las garras de la trampa que me han tendido, Y de los lazos de los que hacen iniquidad. (Salmos 141:9)
Casi me destruyen en la tierra, Pero yo no abandoné Tus preceptos. (Salmos 119:87)
Fosas me han cavado los soberbios, Los que no están de acuerdo con Tu ley. (Salmos 119:85)
Se sienta al acecho en las aldeas, En los escondrijos mata al inocente; Sus ojos espían al desvalido. (Salmos 10:8)
Que se oigan los gritos desde sus casas, Cuando de repente traigas sobre ellos saqueadores; Porque han cavado fosa para atraparme, Y han escondido trampas a mis pies. (Jeremías 18:22)