Nueva Biblia Latinoamericana
Sus caminos prosperan en todo tiempo; Tus juicios, oh Dios, están en lo alto, lejos de su vista; A todos sus adversarios los desprecia. (Salmos 10:5)
Dice en su corazón: "No hay quien me mueva; Por todas las generaciones no sufriré adversidad." (Salmos 10:6)
Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión; Bajo su lengua hay malicia e iniquidad. (Salmos 10:7)
Se sienta al acecho en las aldeas, En los escondrijos mata al inocente; Sus ojos espían al desvalido.
Acecha en el escondrijo como león en su guarida; Acecha para atrapar al afligido, Y atrapa al afligido arrastrándolo a su red. (Salmos 10:9)
Se agazapa, se encoge, Y los desdichados caen en sus garras. (Salmos 10:10)
El impío dice en su corazón: "Dios se ha olvidado; Ha escondido Su rostro; nunca verá nada." (Salmos 10:11)

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Salmos 10:8 - Referencia Cruzada

Pero tus ojos y tu corazón Sólo están para tu propia ganancia, Para derramar sangre inocente, Y para practicar la opresión y la violencia." (Jeremías 22:17)
Traspasaste con sus propios dardos La cabeza de sus guerreros Que irrumpieron para dispersarnos; Su regocijo fue como el de los que devoran en secreto a los oprimidos. (Habacuc 3:14)
Si dicen: "Ven con nosotros, Pongámonos al asecho para derramar sangre, Sin causa asechemos al inocente, (Proverbios 1:11)
La persona indigna, el hombre malvado, Es el que anda con boca perversa, (Proverbios 6:12)
Matan a la viuda y al extranjero, Y asesinan a los huérfanos. (Salmos 94:6)
Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir. (Lucas 10:1)
Miren entonces, reconozcan todos los escondites donde se oculta, regresen a mí cuando estén seguros, y yo iré con ustedes; y sucederá que si estuviera en la tierra, voy a hallarlo entre todos los miles de Judá." (1 Samuel 23:23)
Entonces el rey dijo a Doeg: "Vuélvete y ataca a los sacerdotes." Y Doeg el Edomita, se volvió y atacó a los sacerdotes, y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino. (1 Samuel 22:18)
Poco después, Jesús comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios. Con El iban los doce discípulos, (Lucas 8:1)
Además, Manasés derramó muchísima sangre inocente hasta llenar a Jerusalén de un extremo a otro, aparte de su pecado con el que hizo pecar a Judá para que hiciera lo malo ante los ojos del SEÑOR. (2 Reyes 21:16)
Ahora han cercado nuestros pasos; Fijan sus ojos para echarnos por tierra, (Salmos 17:11)