Para el director del coro. Salmo de David, siervo del SEÑOR, el cual dirigió al SEÑOR las palabras de este cántico el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Y dijo: "Yo Te amo, SEÑOR, fortaleza mía."
(Salmos 18:1)El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable.
(Salmos 18:2)Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, Y soy salvo de mis enemigos.
(Salmos 18:3)Los lazos de la muerte me cercaron, Y los torrentes de iniquidad me atemorizaron.
Los lazos del Seol me rodearon; Las redes de la muerte surgieron ante mí.
(Salmos 18:5)En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.
(Salmos 18:6)Entonces la tierra se estremeció y tembló; Los cimientos de los montes temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó.
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Salmos 18:4 - Referencia Cruzada
En aquel momento Jesús dijo a la muchedumbre: "¿Como contra un ladrón han salido con espadas y palos para asegurarse que Me arrestaban? Cada día Me sentaba en el templo para enseñar, y no Me prendieron.
(Mateo 26:55)Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: "Soy inocente de la sangre de este Justo. ¡Allá ustedes!"
(Mateo 27:24)Los lazos de la muerte me rodearon, Y los terrores del Seol vinieron sobre mí; Angustia y tristeza encontré.
(Salmos 116:3)Las ondas de la muerte me cercaron, Los torrentes de iniquidad me atemorizaron,
(2 Samuel 22:5)Los que pasaban Lo injuriaban, meneando la cabeza
(Mateo 27:39)Fue despreciado y desechado de los hombres, Varón de dolores y experimentado en aflicción; Y como uno de quien los hombres esconden el rostro, Fue despreciado, y no Lo estimamos.
(Isaías 53:3)Entonces les dijo: "Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quédense aquí y velen junto a Mí."
(Mateo 26:38)Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malhechores; Me horadaron las manos y los pies.
(Salmos 22:16)Todos se aterrarán; Dolores y angustias se apoderarán de ellos, Como mujer de parto se retorcerán; Se mirarán el uno al otro con asombro, Rostros en llamas serán sus rostros.
(Isaías 13:8)Entonces las aguas nos hubieran cubierto, Un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma,
(Salmos 124:4)y dijo: "En mi angustia clamé al SEÑOR, Y El me respondió. Desde el seno del Seol (región de los muertos) pedí auxilio, Y Tú escuchaste mi voz.
(Jonás 2:2)Mientras Jesús estaba todavía hablando, Judas, uno de los doce (discípulos), llegó acompañado de una gran multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
(Mateo 26:47)Se alborotó toda la ciudad, y llegó el pueblo corriendo de todas partes. Apoderándose de Pablo lo arrastraron fuera del templo, y al instante cerraron las puertas.
(Hechos 21:30)De hecho, dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos,
(2 Corintios 1:9)Muchos toros me han rodeado; Toros fuertes de Basán me han cercado.
(Salmos 22:12)Tomó con El a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.
(Marcus 14:33)