Nueva Biblia Latinoamericana
Vienen de una tierra lejana, De los más lejanos horizontes, El SEÑOR y los instrumentos de Su indignación, Para destruir toda la tierra. (Isaías 13:5)
Giman, porque cerca está el día del SEÑOR; Vendrá como destrucción del Todopoderoso (Shaddai). (Isaías 13:6)
Por tanto todas las manos se debilitarán, El corazón de todo hombre desfallecerá. (Isaías 13:7)
Todos se aterrarán; Dolores y angustias se apoderarán de ellos, Como mujer de parto se retorcerán; Se mirarán el uno al otro con asombro, Rostros en llamas serán sus rostros.
Miren, el día del SEÑOR viene, Cruel, con furia y ardiente ira, Para convertir en desolación la tierra Y exterminar de ella a sus pecadores. (Isaías 13:9)
Pues las estrellas del cielo y sus constelaciones No destellarán su luz. Se oscurecerá el sol al salir, Y la luna no irradiará su luz. (Isaías 13:10)
Castigaré al mundo por su maldad Y a los impíos por su iniquidad. También pondré fin a la arrogancia de los soberbios, Y abatiré el orgullo de los despiadados. (Isaías 13:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Isaías 13:8":

Charles Spurgeon
¡Venga Tu reino!
¡Venga Tu reino! - La tierra será llena de la gloria del Señor y Jesús será coronado como Rey. Reflexiones sobre la venida del reino de Dios y la importancia de mantenernos fortalecidos en la fe.


Charles Spurgeon
Él resplandecerá tan seguramente como el sol
Artículo sobre la promesa del sol de justicia en relación a nuestra vida diaria, escrito por Charles Spurgeon.


Isaías 13:8 - Referencia Cruzada

De pronto aparecieron los dedos de una mano humana y comenzaron a escribir frente al candelabro sobre lo encalado de la pared del palacio del rey, y el rey vio el dorso de la mano que escribía. (Daniel 5:5)
El rey de Babilonia ha oído noticias de ellos, Y flaquean sus manos; La angustia se ha apoderado de él, Agonía como de mujer de parto. (Jeremías 50:43)
¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido. (Nahúm 2:10)
Ellos la vieron y quedaron pasmados; Se aterrorizaron y huyeron alarmados. (Salmos 48:5)
Porque oí un grito como de mujer de parto, Angustia como de primeriza; Era el grito de la hija de Sion que se ahogaba, Y extendía sus manos, diciendo: "¡Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!" (Jeremías 4:31)
Por esta razón mis lomos están llenos de angustia; Dolores se han apoderado de mí como dolores de mujer de parto. Estoy tan confundido que no oigo, tan aterrado que no veo. (Isaías 21:3)
Pregunten ahora, y vean Si el varón da a luz. ¿Por qué veo a todos los hombres Con las manos sobre sus caderas, como mujer de parto? ¿Y por qué se han puesto pálidos todos los rostros? (Jeremías 30:6)
que cuando estén diciendo: "Paz y seguridad," entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán. (1 Tesalonicenses 5:3)
Ante él tiemblan los pueblos, Palidecen todos los rostros. (Joel 2:6)
Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo. (Juan 16:21)
Como la mujer encinta, al acercarse el momento de dar a luz, Se retuerce y grita en sus dolores de parto, Así éramos nosotros delante de Ti, oh SEÑOR. (Isaías 26:17)