La oración que nutre nuestra confianza en Dios
Omar Soto(Audio: Español)
Vayan conmigo a Primera de Samuel capítulo 30. Hace casi un año atrás, yo prediqué acerca de este pasaje y por alguna razón, toda esta confianza de confiar en Dios me le trajo una luz totalmente nueva a este pasaje. 1ª de Samuel capítulo 30, y más o menos la historia dice que: "Mientras David y alguno de sus hombres vinieron a Ciclag, y los de Amelec habían invadido el Negueb y a Ciclag y habían asolado a esta ciudad completa y la habían prendido fuego, y se habían llevado cautivas a sus mujeres y a todos los que estaban allí desde el menor hasta el mayor, pero a nadie le dieron muerte, si no que se los habían llevado al seguir su camino."
"Vino pues David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar." Las dos mujeres de David, en aquél tiempo, consta, no querramos ser como David hoy en aquél tiempo, hoy es una sola. Quiero aclarar por si acaso. "Las dos mujeres de David, Ahinoam jeezrelita y Abigail, la que fue la mujer de Nabal el de Carmel, también fueron cautivas, y David se angustió mucho", así de mucho las quería, "porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos e hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios."