Cántico de ascenso gradual; de David. "Si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro favor," Que lo diga ahora Israel.
(Salmos 124:1)
Si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro favor Cuando los hombres se levantaron contra nosotros,
(Salmos 124:2)
Vivos nos hubieran tragado entonces Cuando su ira se encendió contra nosotros.
(Salmos 124:3)
Entonces las aguas nos hubieran cubierto, Un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma,
Hubieran pasado entonces sobre nuestra alma las aguas impetuosas."
(Salmos 124:5)
Bendito sea el SEÑOR, Que no nos ha entregado como presa de los dientes de ellos.
(Salmos 124:6)
Nuestra alma ha escapado cual ave del lazo de los cazadores; El lazo se rompió y nosotros escapamos.
(Salmos 124:7)
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Salmos 124:4 - Referencia Cruzada
No me cubra la corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca.
(Salmos 69:15)
Por eso, que todo santo ore a Ti en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él.
(Salmos 32:6)
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: "Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.
(Apocalipsis 17:1)
Un abismo llama a otro abismo a la voz de Tus cascadas; Todas Tus ondas y Tus olas han pasado sobre mí.
(Salmos 42:7)
Miren, uno fuerte y poderoso de parte del Señor, Como tormenta de granizo, tempestad destructora, Como tormenta de violentas aguas desbordadas, Los ha lanzado a tierra con Su mano.
(Isaías 28:2)
¿Quién es éste que sube como el Nilo, Cuyas aguas se agitan como ríos?
(Jeremías 46:7)
Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde apoyar el pie; He llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me cubre.
(Salmos 69:2)
Los lazos de la muerte me cercaron, Y los torrentes de iniquidad me atemorizaron.
(Salmos 18:4)
La serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que ella fuera arrastrada por la corriente.
(Apocalipsis 12:15)
También el ángel me dijo: "Las aguas que viste donde se sienta la ramera, son pueblos, multitudes, naciones y lenguas.
(Apocalipsis 17:15)
Después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto y no tendrá nada, y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Su fin vendrá con inundación. Aun hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas.
(Daniel 9:26)
Por tanto, el Señor va a traer sobre ellos las aguas impetuosas y abundantes del Eufrates, Es decir, al rey de Asiria con toda su gloria, Que se saldrá de todos sus cauces y pasará sobre todas sus riberas.
(Isaías 8:7)
Y temerán (reverenciarán) desde el occidente el nombre del SEÑOR Y desde el nacimiento del sol Su gloria, Porque El vendrá como torrente impetuoso, Que el viento del SEÑOR impulsa.
(Isaías 59:19)
O tinieblas, y no puedes ver, Y abundancia de agua te cubre.
(Job 22:11)