Nueva Biblia Latinoamericana
Apártense de mí, todos ustedes que hacen iniquidad, Porque el SEÑOR ha oído la voz de mi llanto. (Salmos 6:8)
El SEÑOR ha escuchado mi súplica; El SEÑOR recibe mi oración. (Salmos 6:9)
Todos mis enemigos serán avergonzados y se turbarán en gran manera; Se volverán, y de repente serán avergonzados. (Salmos 6:10)
Sigaión de David, que cantó al SEÑOR acerca de Cus, el Benjamita. Oh SEÑOR, Dios mío, en Ti me refugio; Sálvame de todo el que me persigue, y líbrame,
No sea que alguno desgarre mi vida como león, Y me despedace sin que haya quien me libre. (Salmos 7:2)
Oh SEÑOR, Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos injusticia, (Salmos 7:3)
Si he pagado con el mal al que estaba en paz conmigo, O he despojado al que sin causa era mi adversario, (Salmos 7:4)

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Salmos 7:1 - Referencia Cruzada

Dios mío, en Ti confío; No sea yo avergonzado, Que no se regocijen sobre mí mis enemigos. (Salmos 25:2)
Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; Mi Dios que alumbra mis tinieblas. (Salmos 18:28)
Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, vio que Siba, el criado de Mefiboset, salía a su encuentro con un par de asnos aparejados, y sobre ellos había doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de verano y un odre de vino. (2 Samuel 16:1)
Para que mi alma Te cante alabanzas y no esté callada. Oh SEÑOR, Dios mío, Te daré gracias por siempre. (Salmos 30:12)
Muchos son los dolores del impío, Pero al que confía en el SEÑOR, la misericordia lo rodeará. (Salmos 32:10)
El clamará a Mí: 'Mi Padre eres Tú, Mi Dios y la roca de mi salvación.' (Salmos 89:26)
Ustedes huirán al valle de Mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal. Huirán tal como huyeron a causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá. Entonces vendrá el SEÑOR mi Dios, y todos los santos con El. (Zacarías 14:5)
El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable. (Salmos 18:2)
Salmo de David. Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado, Y en el SEÑOR he confiado sin titubear. (Salmos 26:1)
Oh SEÑOR, Dios mío, A Ti pedí auxilio y me sanaste. (Salmos 30:2)
Sin embargo, mis hermanos que subieron conmigo, hicieron atemorizar el corazón del pueblo. Pero yo seguí plenamente al SEÑOR mi Dios. (Josué 14:8)
Pero yo en Tu misericordia he confiado; Mi corazón se regocijará en Tu salvación. (Salmos 13:5)
¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque Tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; Rompes los dientes de los impíos. (Salmos 3:7)
No confíen ustedes en príncipes, Ni en hijo de hombre en quien no hay salvación. (Salmos 146:3)
Para el director del coro. Salmo de David. En el SEÑOR me refugio; ¿Cómo es que ustedes le dicen a mi alma: "Huye como ave al monte? (Salmos 11:1)
Tú que lo sabes, oh SEÑOR, Acuérdate de mí, atiéndeme, Y véngame de mis perseguidores. Conforme a Tu paciencia, no dejes que sea yo arrebatado; Sabes que por Ti sufro oprobio. (Jeremías 15:15)
Entonces llegaré al altar de Dios, A Dios, mi supremo gozo; Y al son de la lira Te alabaré, oh Dios, Dios mío. (Salmos 43:4)
¡Oh Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y actúa! ¡No tardes, por amor de Ti mismo, Dios mío! Porque Tu nombre se invoca sobre Tu ciudad y sobre Tu pueblo." (Daniel 9:19)
Muestra maravillosamente Tu misericordia, Oh, Salvador de los que se refugian a Tu diestra Huyendo de los que se levantan contra ellos. (Salmos 17:7)
Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: 'Me has castigado, y castigado fui Como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, Pues Tú, SEÑOR, eres mi Dios. (Jeremías 31:18)
Por medio de El son creyentes en Dios, que Lo resucitó de entre los muertos y Le dio gloria, de manera que la fe y esperanza de ustedes sean en Dios. (1 Pedro 1:21)
Salmo de David. Combate, oh SEÑOR, a los que me combaten; Ataca a los que me atacan. (Salmos 35:1)
Pero el SEÑOR está conmigo como campeón temible; Por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán. Quedarán muy avergonzados, pues no triunfaron, Tendrán afrenta perpetua que nunca será olvidada. (Jeremías 20:11)
En Tu mano están mis años; Líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen. (Salmos 31:15)
Considera y respóndeme, oh SEÑOR, Dios mío; Ilumina mis ojos, no sea que duerma el sueño de la muerte; (Salmos 13:3)
Oré al SEÑOR mi Dios e hice confesión y dije: "Ay, Señor, el Dios grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia para los que Lo aman y guardan Sus mandamientos, (Daniel 9:4)
¿Quién hay entre ustedes que tema al SEÑOR, Que oiga la voz de Su siervo, Que ande en tinieblas y no tenga luz? Confíe en el nombre del SEÑOR y apóyese en su Dios. (Isaías 50:10)
Así que los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien. (1 Pedro 4:19)
Oración del profeta Habacuc, en tono de Sigionot (Canto vehemente). (Habacuc 3:1)