Hizo también almacenes para el producto de granos, vino y aceite, corrales para toda clase de ganado y rediles para los rebaños.
(2 Crónicas 32:28)
El edificó ciudades y adquirió rebaños y ganados en abundancia, porque Dios le había dado muchísimas riquezas.
(2 Crónicas 32:29)
Ezequías fue el que cegó la salida superior de las aguas de Gihón y las condujo al lado occidental de la ciudad de David. Ezequías prosperó en todo lo que hizo.
(2 Crónicas 32:30)
Aun en el asunto de los enviados por los gobernantes de Babilonia, que los mandaron a él para investigar la maravilla que había acontecido en el país, Dios lo dejó solo para probarlo, a fin de saber todo lo que había en su corazón.
Los demás hechos de Ezequías y sus obras piadosas, están escritos en la visión del profeta Isaías, hijo de Amoz, y en el Libro de los Reyes de Judá y de Israel.
(2 Crónicas 32:32)
Ezequías durmió con sus padres, y lo sepultaron en la parte superior de los sepulcros de los hijos de David; y todo Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores en su muerte. Y su hijo Manasés reinó en su lugar.
(2 Crónicas 32:33)
Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén.
(2 Crónicas 33:1)
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2 Crónicas 32:31 - Referencia Cruzada
Esta será para ti la señal del SEÑOR, de que el SEÑOR hará lo que ha dicho:
(Isaías 38:7)
En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien.
(Deuteronomio 8:16)
Que nadie diga cuando es tentado: "Soy tentado por Dios." Porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie.
(Santiago 1:13)
Sostenme conforme a Tu promesa, para que viva, Y no dejes que me avergüence de mi esperanza.
(Salmos 119:116)
Pero extiende ahora Tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no Te maldice en Tu misma cara."
(Job 1:11)
El crisol es para la plata y el horno para el oro, Pero el SEÑOR prueba los corazones.
(Proverbios 17:3)
Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos.
(Deuteronomio 8:2)
Ella entonces dijo: "¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Y él despertó de su sueño, y dijo: "Saldré como las otras veces y escaparé." Pero no sabía que el SEÑOR se había apartado de él.
(Jueces 16:20)
En aquel tiempo Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías porque oyó que había estado enfermo y se había recuperado.
(Isaías 39:1)
Para el director del coro. Salmo de David. Oh SEÑOR, Tú me has escudriñado y conocido.
(Salmos 139:1)
Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis inquietudes.
(Salmos 139:23)
Aconteció que después de estas cosas, Dios probó a Abraham, y le dijo: "¡Abraham!" Y él respondió: "Aquí estoy."
(Génesis 22:1)
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.
(Juan 15:5)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al SEÑOR, y El le habló y le dio una señal.
(2 Crónicas 32:24)
No me eches de Tu presencia, Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.
(Salmos 51:11)
¿Pero quién podrá soportar el día de Su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando El aparezca? Porque El es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos.
(Malaquías 3:2)
Y el SEÑOR dijo a Satanás: "¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay otro como él sobre la tierra; es un hombre intachable (íntegro), recto, temeroso de Dios y apartado del mal. El todavía conserva su integridad a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa."
(Job 2:3)
No escondas Tu rostro de mí; No rechaces con ira a Tu siervo; Tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, Oh Dios de mi salvación.
(Salmos 27:9)
para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo;
(1 Pedro 1:7)
no darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el SEÑOR tu Dios te está probando para ver si amas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
(Deuteronomio 13:3)
Y Ezequías dijo a Isaías: "¿Cuál será la señal de que el SEÑOR me sanará, y de que subiré a la casa del SEÑOR al tercer día?"
(2 Reyes 20:8)
Y meteré la tercera parte en el fuego, Los refinaré como se refina la plata, Y los probaré como se prueba el oro. Invocarán Mi nombre, Y Yo les responderé; Diré: 'Ellos son Mi pueblo,' Y ellos dirán: 'El SEÑOR es mi Dios.'"
(Zacarías 13:9)