Nueva Biblia Latinoamericana
Aun en el asunto de los enviados por los gobernantes de Babilonia, que los mandaron a él para investigar la maravilla que había acontecido en el país, Dios lo dejó solo para probarlo, a fin de saber todo lo que había en su corazón. (2 Crónicas 32:31)
Los demás hechos de Ezequías y sus obras piadosas, están escritos en la visión del profeta Isaías, hijo de Amoz, y en el Libro de los Reyes de Judá y de Israel. (2 Crónicas 32:32)
Ezequías durmió con sus padres, y lo sepultaron en la parte superior de los sepulcros de los hijos de David; y todo Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores en su muerte. Y su hijo Manasés reinó en su lugar. (2 Crónicas 32:33)
Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén.
Pero hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había expulsado delante de los Israelitas. (2 Crónicas 33:2)
Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había derribado. Levantó también altares a los Baales e hizo Aseras, y adoró a todo el ejército de los cielos y los sirvió. (2 Crónicas 33:3)
Edificó altares en la casa del SEÑOR, de la cual el SEÑOR había dicho: "Mi nombre estará en Jerusalén para siempre." (2 Crónicas 33:4)

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La historia de Israel en los libros de Samuel, Reyes y Crónicas provee modelos de vida y enseñanzas espirituales. El rey Ezequías es un ejemplo de un hombre recto y con pasión por Dios que fue prosperado. El fundamento de la vida de una persona y de una nación debe ser espiritual. El avivamiento en Estados Unidos debe comenzar por la casa de Dios y por una determinación firme de seguir al Señor en integridad y pasión. El avivamiento vendrá cuando nos apasionemos por Dios y lo amemos por encima de todo.


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2 Crónicas 33:1 - Referencia Cruzada

Ezequías fue padre de Manasés, Manasés de Amón, y Amón de Josías; (Mateo 1:10)
Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén. (2 Crónicas 34:1)
Les daré muchachos por príncipes, Y niños caprichosos gobernarán sobre ellos. (Isaías 3:4)
¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un muchacho, Y cuyos príncipes banquetean de mañana! (Eclesiastés 10:16)
Ezequías durmió con sus padres, y lo sepultaron en la parte superior de los sepulcros de los hijos de David; y todo Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores en su muerte. Y su hijo Manasés reinó en su lugar. (2 Crónicas 32:33)
¡Oh pueblo Mío! Sus opresores son muchachos, Y mujeres lo dominan. Pueblo Mío, los que te guían te hacen desviar Y confunden el curso de tus sendas. (Isaías 3:12)
Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Hepsiba. (2 Reyes 21:1)
Acaz su hijo, Ezequías su hijo, Manasés su hijo, (1 Crónicas 3:13)