Nueva Biblia Latinoamericana
Porque hablan contra Ti perversamente, Y Tus enemigos toman Tu nombre en vano. (Salmos 139:20)
¿No odio a los que Te aborrecen, SEÑOR? ¿Y no me repugnan los que se levantan contra Ti? (Salmos 139:21)
Los aborrezco con el más profundo odio; Se han convertido en mis enemigos. (Salmos 139:22)
Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis inquietudes.
Y ve si hay en mí camino malo, Y guíame en el camino eterno. (Salmos 139:24)
Para el director del coro. Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, de los hombres malignos; Guárdame de los hombres violentos, (Salmos 140:1)
Que traman maldades en su corazón; Que cada día provocan guerras. (Salmos 140:2)

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Salmos 139:23 - Referencia Cruzada

Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos. (Deuteronomio 8:2)
Y meteré la tercera parte en el fuego, Los refinaré como se refina la plata, Y los probaré como se prueba el oro. Invocarán Mi nombre, Y Yo les responderé; Diré: 'Ellos son Mi pueblo,' Y ellos dirán: 'El SEÑOR es mi Dios.'" (Zacarías 13:9)
para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; (1 Pedro 1:7)
Examíname, oh SEÑOR, y pruébame; Escudriña mi mente y mi corazón. (Salmos 26:2)
Para el director del coro. Salmo de David. Oh SEÑOR, Tú me has escudriñado y conocido. (Salmos 139:1)
Que El me pese en balanzas de justicia, Y que Dios conozca mi integridad. (Job 31:6)
¿Pero quién podrá soportar el día de Su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando El aparezca? Porque El es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos. (Malaquías 3:2)
El crisol es para la plata y el horno para el oro, Pero el SEÑOR prueba los corazones. (Proverbios 17:3)
Pero, oh SEÑOR de los ejércitos, que juzgas rectamente, Que examinas los sentimientos y el corazón, Vea yo Tu venganza contra ellos, Porque a Ti he expuesto mi causa. (Jeremías 11:20)
En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien. (Deuteronomio 8:16)