Nueva Biblia Latinoamericana
Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que está cerca de Bet Avén al este de Betel (Casa de Dios), y les dijo: "Suban y reconozcan la tierra." Y los hombres subieron y reconocieron a Hai. (Josué 7:2)
Cuando volvieron a Josué, le dijeron: "Que no suba todo el pueblo. Sólo dos o tres mil hombres subirán a Hai. No hagas cansar a todo el pueblo subiendo allá, porque ellos son pocos." (Josué 7:3)
Así que subieron allá unos tres mil hombres del pueblo, pero huyeron ante los hombres de Hai. (Josué 7:4)
Los hombres de Hai hirieron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los persiguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada. El corazón del pueblo desfalleció y se hizo como agua.
Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas. (Josué 7:6)
Y Josué dijo: "¡Ah, Señor DIOS! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos después en manos de los Amorreos y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar al otro lado del Jordán! (Josué 7:7)
¡Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda ante sus enemigos? (Josué 7:8)

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Josué 7:5 - Referencia Cruzada

Cuando oímos esto, nos acobardamos, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de ustedes. Porque el SEÑOR, el Dios de ustedes, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. (Josué 2:11)
Y cuando te digan: '¿Por qué gimes?' dirás: 'Por la noticia que viene, todo corazón desfallecerá, toda mano se debilitará, todo espíritu se apagará y toda rodilla flaqueará. Porque viene y sucederá,' declara el Señor DIOS." (Ezequiel 21:7)
En cuanto a los que queden de ustedes, infundiré cobardía en sus corazones en la tierra de sus enemigos; y el sonido de una hoja que se mueva los ahuyentará, y aun cuando nadie los persiga, huirán como quien huye de la espada, y caerán. (Levítico 26:36)
Soy derramado como agua, Y todos mis huesos están descoyuntados; Mi corazón es como cera; Se derrite en medio de mis entrañas. (Salmos 22:14)
Cuando todos los reyes de los Amorreos que estaban al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los Cananeos que estaban junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los Israelitas hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había ánimo en ellos a causa de los Israelitas. (Josué 5:1)
Los Amorreos que moraban en aquella región montañosa salieron contra ustedes, y los persiguieron como lo hacen las abejas, y los derrotaron desde Seir hasta Horma. (Deuteronomio 1:44)
Por tanto todas las manos se debilitarán, El corazón de todo hombre desfallecerá. (Isaías 13:7)
¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido. (Nahúm 2:10)
y dijo a los hombres: "Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra, y que el terror de ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país se han acobardado ante ustedes. (Josué 2:9)