Cuando tratan de engañarte

(Audio: Español)

RESUMEN: En el capítulo 9 de Josué, los enemigos de Israel se disfrazaron como embajadores y engañaron a los israelitas para hacer una alianza de paz. A pesar de que los israelitas tenían una sensación de que algo estaba mal, no consultaron a Dios y fueron engañados. Esto nos muestra la importancia de tener nuestra antena espiritual puesta y no confiar en nuestras propias habilidades de discernimiento. Debemos buscar la guía de Dios en todas las cosas y confiar en él en lugar de confiar en nuestra mente humana.

El pastor habla sobre la importancia de consultar a Dios antes de tomar decisiones y cómo Israel no lo hizo al formar una alianza con un país pagano, lo que tuvo consecuencias a largo plazo. También habla sobre cómo a veces no consultamos a Dios por orgullo, emociones o simplemente por olvido. El pastor enfatiza la importancia de mantener nuestra antena espiritual puesta y estar conectados con Cristo a través de disciplinas espirituales como la oración y la lectura de la Biblia. También recomienda planificar y apartar tiempo para estas disciplinas y encontrar un lugar tranquilo y sin distracciones para hacerlo.

El pastor Gregory alienta a los fieles a tener un tiempo regular de comunión con Dios, ya sea temprano en la mañana, durante el descanso en el trabajo o en la escuela. También anima a probar el ayuno y a estirar los músculos espirituales para estar conectados con Dios y resistir las trampas del enemigo. Aunque los sentimientos pueden fluctuar, debemos vivir por fe y no por vista. El pastor invita a los fieles a visualizarse profundizando en el Señor y a responder al llamado de Dios para estar más cerca de él.

Capitulo 9, Josué capítulo 9, y antes de entrar en la palabra, yo quiero compartir un testimonio o mejor dicho tal vez una confesión dependiendo de cómo lo vez.

Pero una historia del primer verano (thank you), gracias, mi primer verano como pastor aquí en la iglesia en el año, no se que, 98 por ahí. Y yo estaba aquí en el templo, en el segundo piso, a eso de las 2 o 3 de la tarde de lo que tengo entendido, ni tuvimos secretaria en ese tiempo, yo estaba aquí solito y entró una señora, una señora entró sudada, llorando, cansada, una señora seria. Ella tenía su chaleco de doctora o enfermera no se que algo, me constaba que ella trabajaba en el hospital ¿no?, era una profesional de salud. Ella entró todo afanada, sudada, llorando y contándome que ella salió de trabajar en el hospital y la habían asaltado fíjate, y le habían tomado su cartera y estaba sin nada, todo como ansiosa por lo que había pasado, así que yo como un buen pastor joven, tomé tiempo para calmarla, para tomar tiempo con ella, orar con ella y todo eso.