Nueva Biblia Latinoamericana
El día después de la Pascua, ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura y cereal tostado. (Josué 5:11)
El maná cesó el día después que habían comido del producto de la tierra, y los Israelitas no tuvieron más maná, sino que comieron del producto de la tierra de Canaán durante aquel año. (Josué 5:12)
Cuando Josué estaba ya cerca de Jericó, levantó los ojos y vio que un hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano, y Josué fue hacia él y le dijo: "¿Es usted de los nuestros o de nuestros enemigos?" (Josué 5:13)
No," respondió; "más bien yo vengo ahora como capitán del ejército del SEÑOR." Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: "¿Qué tiene que decirle mi señor a su siervo?"
Entonces el capitán del ejército del SEÑOR dijo a Josué: "Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo." Y así lo hizo Josué. (Josué 5:15)
Jericó estaba muy bien cerrada por miedo a los Israelitas. Nadie salía ni entraba. (Josué 6:1)
Pero el SEÑOR dijo a Josué: "Mira, he entregado en tu mano a Jericó, y a su rey con sus valientes guerreros. (Josué 6:2)

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Josué 5:14 - Referencia Cruzada

Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon, (Apocalipsis 12:7)
levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer." (Hechos 9:6)
Estando Jesús en una de las ciudades, había allí un hombre lleno de lepra, y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y Le rogó: "Señor, si quieres, puedes limpiarme." (Lucas 5:12)
Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por El lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, (Filipenses 3:8)
Cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró. (Hechos 10:25)
Sin embargo, te declararé lo que está inscrito en el libro de la verdad, pero no hay nadie que se mantenga firme a mi lado contra estas fuerzas, sino Miguel, el príncipe de ustedes. (Daniel 10:21)
Pero Moisés dijo: "Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien Tú quieras." (Éxodo 4:13)
Y Elí dijo a Samuel: "Ve y acuéstate, y si El te llama, dirás: 'Habla, SEÑOR, que Tu siervo escucha.'" Y Samuel fue y se acostó en su aposento. (1 Samuel 3:9)
Y oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" "Aquí estoy; envíame a mí," le respondí. (Isaías 6:8)
¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? (Lucas 1:43)
Pues David mismo dice en el Libro de los Salmos: EL SEÑOR DIJO A MI SEÑOR: 'SIENTATE A MI DIESTRA, (Lucas 20:42)
Entonces Abraham se postró sobre su rostro y se rió, y dijo en su corazón: "¿A un hombre de cien años le nacerá un hijo? ¿Y Sara, que tiene noventa años, concebirá?" (Génesis 17:17)
Apártense de en medio de esta congregación, para que Yo la destruya en un instante." Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. (Números 16:45)
Porque convenía que Aquél para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos. (Hebreos 2:10)
Y se acercó un leproso y se postró ante El, diciendo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme." (Mateo 8:2)
DIJO EL SEÑOR A MI SEÑOR: "SIENTATE A MI DIESTRA, HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS DEBAJO DE TUS PIES"'? (Mateo 22:44)
Entonces Moisés dijo al SEÑOR: "Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente. Ni ayer ni en tiempos pasados, ni aun después de que has hablado a Tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua." (Éxodo 4:10)
Y salió fuego de la presencia del SEÑOR que consumió el holocausto y los pedazos de grasa sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo aclamó y se postró rostro en tierra. (Levítico 9:24)
Yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostró estas cosas. (Apocalipsis 22:8)
Entonces caí a sus pies para adorarlo. Y me dijo: "No hagas eso. Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía." (Apocalipsis 19:10)
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existen las naciones hasta entonces. Y en ese tiempo tu pueblo será librado, todos los que se encuentren inscritos en el libro. (Daniel 12:1)
Yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que Yo he preparado. (Éxodo 23:20)
Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: "Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne (de todo ser humano), cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación?" (Números 16:22)
Salmo de David. Dice el SEÑOR a mi Señor: "Siéntate a Mi diestra, Hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies." (Salmos 110:1)
Lo he puesto por testigo a los pueblos, Por guía y jefe de las naciones. (Isaías 55:4)
Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él: (Génesis 17:3)
Pero el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia. (Daniel 10:13)
¡Señor mío y Dios mío!" Le dijo Tomás. (Juan 20:28)