Nueva Biblia Latinoamericana
Oró de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. (Santiago 5:18)
Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver, (Santiago 5:19)
sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados. (Santiago 5:20)
Pedro, apóstol de Jesucristo: A los expatriados, de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con Su sangre: Que la gracia y la paz les sean multiplicadas a ustedes. (1 Pedro 1:2)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, (1 Pedro 1:3)
para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para ustedes. (1 Pedro 1:4)

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1 Pedro 1:1 - Referencia Cruzada

y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que están esparcidos. (Juan 11:52)
Ya sabes esto, que todos los que están en Asia (provincia occidental de Asia Menor) me han vuelto la espalda, entre los cuales están Figelo y Hermógenes. (2 Timoteo 1:15)
A ustedes, sin embargo, los esparciré entre las naciones y desenvainaré la espada en pos de ustedes, y su tierra será asolada y sus ciudades quedarán en ruinas. (Levítico 26:33)
Porque Pablo había decidido dejar a un lado a Efeso para no detenerse en Asia, pues se apresuraba para estar, en Jerusalén el día de Pentecostés si le era posible. (Hechos 20:16)
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo: (2 Pedro 1:1)
Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia (provincia occidental de Asia Menor). (Hechos 16:6)
Yo hubiera dicho: "Los haré pedazos, Borraré la memoria de ellos de entre los hombres," (Deuteronomio 32:26)
Nos entregas como ovejas para ser devorados, Y nos has esparcido entre las naciones. (Salmos 44:11)
Así que los que habían sido esparcidos iban predicando (anunciando las buenas nuevas de) la palabra. (Hechos 8:4)
Allí se encontró con un Judío que se llamaba Aquila, natural del Ponto, quien acababa de llegar de Italia con Priscila su mujer, pues el emperador Claudio había ordenado a todos los Judíos que salieran de Roma. Pablo fue a verlos, (Hechos 18:2)
Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. (Mateo 24:22)
El SEÑOR los dispersará entre los pueblos, y quedarán pocos en número entre las naciones adonde el SEÑOR los llevará. (Deuteronomio 4:27)
Además, el SEÑOR te dispersará entre todos los pueblos de un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra; y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres han conocido. (Deuteronomio 28:64)
Pero algunos de la sinagoga llamada de los Libertos (Esclavos Libertados), incluyendo tanto Cireneos como Alejandrinos, y algunos de Cilicia y de Asia (provincia occidental de Asia Menor), se levantaron y discutían con Esteban. (Hechos 6:9)
Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos. (Hechos 19:10)
Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. (Mateo 4:18)
Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; y Jacobo (Santiago), el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; (Mateo 10:2)
Después de pasar allí algún tiempo, Pablo fue recorriendo por orden la región de Galacia y de Frigia, fortaleciendo a todos los discípulos. (Hechos 18:23)
Santiago (Jacobo), siervo de Dios y del Señor Jesucristo: A las doce tribus que están en la dispersión: Saludos. (Santiago 1:1)
recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía (comunidad) de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo. (Efesios 2:12)
Las iglesias de Asia los saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, los saludan muy afectuosamente en el Señor. (1 Corintios 16:19)
El encontró primero a su hermano Simón, y le dijo: "Hemos hallado al Mesías" (que traducido quiere decir, Cristo). (Juan 1:41)
y todos los hermanos que están conmigo: A las iglesias de Galacia: (Gálatas 1:2)
Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios. (Efesios 2:19)
Y Amán dijo al rey Asuero: "Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de su reino; sus leyes son diferentes de las de todos los demás pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos vivos . (Ester 3:8)
Cuando acabaron de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que éstos?" "Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero," Le contestó* Pedro. Jesús le dijo: "Apacienta Mis corderos." (Juan 21:15)
Decían entonces los Judíos entre sí: "¿Adónde piensa irse Este que no Lo podamos encontrar? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los Griegos y enseñar a los Griegos? (Juan 7:35)
Había Judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. (Hechos 2:5)
Sin embargo dejaré un remanente, porque tendrán entre las naciones a los que escaparon de la espada cuando estén esparcidos por las tierras. (Ezequiel 6:8)
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos y aceptado con gusto, confesando que eran extranjeros y peregrinos (expatriados) sobre la tierra. (Hebreos 11:13)
Porque no queremos que ignoren, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia (provincia occidental de Asia Menor). Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida. (2 Corintios 1:8)
que decía: "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea." (Apocalipsis 1:11)
Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se abstengan de las pasiones carnales que combaten contra el alma. (1 Pedro 2:11)