Nueva Biblia Latinoamericana
Convertiré la tierra en desolación y en soledad, y cesará el orgullo de su poder; los montes de Israel serán desolados, y nadie pasará por ellos. (Ezequiel 33:28)
Y sabrán que Yo soy el SEÑOR, cuando Yo convierta la tierra en desolación y en soledad por todas las abominaciones que han cometido."' (Ezequiel 33:29)
Pero en cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las entradas de las casas; hablan el uno al otro, cada cual a su hermano, diciendo: 'Vengan ahora, y oigan cual es la palabra que viene del SEÑOR.' (Ezequiel 33:30)
Y vienen a ti como viene el pueblo, y se sientan delante de ti como pueblo Mío, oyen tus palabras y no las cumplen sino que siguen los deseos sensuales expresados por su boca, y sus corazones andan tras sus ganancias.
Y tú eres para ellos como la canción de amor de uno que tiene una voz hermosa y toca bien un instrumento; oyen tus palabras, pero no las ponen en práctica. (Ezequiel 33:32)
Y cuando esto suceda, como ciertamente sucederá, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos." (Ezequiel 33:33)
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 34:1)

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Ezequiel 33:31 - Referencia Cruzada

Pero tan pronto como Jeremías terminó de hablar a todo el pueblo todas las palabras del SEÑOR su Dios, es decir, todas estas palabras con las cuales el SEÑOR su Dios le había enviado, (Jeremías 43:1)
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; (Mateo 7:24)
Al contrario," le contestó Jesús, "dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan." (Lucas 11:28)
También les dijo: "Estén atentos y cuídense de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes." (Lucas 12:15)
Así que cuando te pregunte este pueblo, o el profeta, o un sacerdote: '¿Cuál es el oráculo (la profecía) del SEÑOR?' les dirás: '¿Cuál oráculo?' El SEÑOR declara: 'Yo los abandonaré.' (Jeremías 23:33)
Dijo entonces el Señor: "Por cuanto este pueblo se acerca a Mí con sus palabras Y Me honra con sus labios, Pero aleja de Mí su corazón, Y su veneración hacia Mí es sólo una tradición aprendida de memoria , (Isaías 29:13)
Por lo cual la palabra del SEÑOR para ellos será: "Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato, Línea sobre línea, línea sobre línea, Un poco aquí, un poco allá, Para que vayan y caigan de espaldas, Se quiebren los huesos, Y sean enlazados y apresados." (Isaías 28:13)
Pero con su boca Lo engañaban Y con su lengua Le mentían. (Salmos 78:36)
Por tanto, al instante envié a buscarte, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado." (Hechos 10:33)
En el año séptimo, el día diez del mes quinto, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí. (Ezequiel 20:1)
Ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra. (Lucas 10:39)
Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. (Santiago 1:22)
Sus príncipes en medio de la ciudad son como lobos que desgarran la presa, derramando sangre y destruyendo vidas para obtener ganancias injustas. (Ezequiel 22:27)
Los Fariseos, que eran amantes del dinero, oían todas estas cosas y se burlaban de El. (Lucas 16:14)
En cuanto al mensaje que nos has hablado en el nombre del SEÑOR, no vamos a escucharte, (Jeremías 44:16)
Pero El les respondió: "Mi madre y Mis hermanos son éstos que oyen la palabra de Dios y la hacen." (Lucas 8:21)
Porque con certeza ustedes saben esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. (Efesios 5:5)
Y sucedió en el año sexto, en el día cinco del mes sexto, que estando yo sentado en mi casa con los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre mí la mano del Señor DIOS. (Ezequiel 8:1)
Y aquél en quien se sembró la semilla entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto. (Mateo 13:22)
Pero al oír el joven estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes. (Mateo 19:22)
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? (1 Juan 3:17)
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? (Santiago 2:14)
El SEÑOR oyó la voz de las palabras de ustedes cuando me hablaron y el SEÑOR me dijo: 'He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado. Han hecho bien en todo lo que han dicho. (Deuteronomio 5:28)
Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. (1 Timoteo 6:9)
Así dice el SEÑOR: "Párense en los caminos y miren, Y pregunten por los senderos antiguos, Cuál es el buen camino, y anden por él; Y hallarán descanso para sus almas. Pero dijeron: 'No andaremos en él.' (Jeremías 6:16)
Entonces vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel y se sentaron delante de mí. (Ezequiel 14:1)
Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:24)
es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. (Lucas 6:48)