Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.
(Santiago 1:17)En el ejercicio de Su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.
(Santiago 1:18)Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;
(Santiago 1:19)pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.
(Santiago 1:21)Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
(Santiago 1:22)Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo;
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Santiago 1:20 - Referencia Cruzada
ENOJENSE, PERO NO PEQUEN; no se ponga el sol sobre su enojo,
(Efesios 4:26)Entonces Moisés levantó su mano y golpeó la peña dos veces con su vara, y brotó agua en abundancia, y bebió el pueblo y sus animales.
(Números 20:11)Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente (tolerante), llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.
(Santiago 3:17)El siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido.
(2 Timoteo 2:24)