Nueva Biblia Latinoamericana
Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte. (Santiago 1:15)
Amados hermanos míos, no se engañen. (Santiago 1:16)
Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. (Santiago 1:17)
En el ejercicio de Su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.
Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; (Santiago 1:19)
pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios. (Santiago 1:20)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas. (Santiago 1:21)

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Santiago 1:18 - Referencia Cruzada

Ninguno que es nacido (engendrado) de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios. (1 Juan 3:9)
Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. (1 Pedro 1:23)
Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos. (Romanos 8:29)
a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo (el Mesías), seamos para alabanza de Su gloria. (Efesios 1:12)
Santo era Israel para el SEÑOR, Primicias de Su cosecha; Todos los que comían de ella se hacían culpables; El mal venía sobre ellos," declara el SEÑOR.'" (Jeremías 2:3)
a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos, (Hebreos 12:23)
Jesús le contestó: "En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios." (Juan 3:3)
Porque aunque ustedes tengan innumerables maestros (tutores) en Cristo, sin embargo no tienen muchos padres; pues en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio. (1 Corintios 4:15)
Di a los Israelitas: 'Cuando ustedes entren en la tierra que Yo les daré, y sieguen su cosecha, entonces traerán al sacerdote una gavilla de las primicias de su cosecha. (Levítico 23:10)
Porque El dice a Moisés: "TENDRE MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA, Y TENDRE COMPASION DEL QUE YO TENGA COMPASION." (Romanos 9:15)
y por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de El, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. (Colosenses 1:20)
Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados (comprados) de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. (Apocalipsis 14:4)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, (1 Pedro 1:3)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, (Efesios 2:4)
Como está escrito: "TE HE HECHO PADRE DE MUCHAS NACIONES," delante de Aquél en quien creyó, es decir Dios, que da vida a los muertos y llama a las cosas que no son, como si fueran. (Romanos 4:17)
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. (2 Tesalonicenses 2:13)
que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. (Juan 1:13)
¡Ay de los que viven reposadamente en Sion, Y de los que se sienten seguros en el monte de Samaria, Los notables de las naciones principales, A quienes acude la casa de Israel! (Amós 6:1)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas. (Santiago 1:21)