Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por Su cuerpo, que es la iglesia.
(Colosenses 1:24)
De esta iglesia fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para beneficio de ustedes, a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios,
(Colosenses 1:25)
es decir, el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos.
(Colosenses 1:26)
A éstos Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles, que es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria.
A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
(Colosenses 1:28)
Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra poderosamente en mí.
(Colosenses 1:29)
Porque quiero que sepan qué gran lucha tengo por ustedes y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona.
(Colosenses 2:1)
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Colosenses 1:27 - Referencia Cruzada
En ese día conocerán que Yo estoy en Mi Padre, y ustedes en Mí y Yo en ustedes.
(Juan 14:20)
Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,
(1 Corintios 2:12)
Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación,
(2 Corintios 4:17)
Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta la fragancia de Su conocimiento en todo lugar.
(2 Corintios 2:14)
Yo les he dado a conocer Tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que Me amaste esté en ellos y Yo en ellos."
(Juan 17:26)
Jesús les respondió: "Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
(Mateo 13:11)
ni dirán: '¡Miren, aquí está!' o: '¡Allí está!' Porque, el reino de Dios está entre ustedes."
(Lucas 17:21)
en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
(Colosenses 2:3)
¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: "HABITARE EN ELLOS, Y ANDARE ENTRE ELLOS; Y SERE SU DIOS, Y ELLOS SERAN MI PUEBLO.
(2 Corintios 6:16)
En El tenemos redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de Su gracia
(Efesios 1:7)
En Cristo también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
(Efesios 2:22)
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
(1 Corintios 3:16)
¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!
(Romanos 11:33)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,
(1 Pedro 1:3)
Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes,
(Gálatas 4:19)
pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor (verdadero) conocimiento de El.
(Efesios 1:17)
Jesús le respondió: "Si alguien Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
(Juan 14:23)
Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; También mi carne morará segura,
(Salmos 16:9)
En esta renovación no hay distinción entre Griego y Judío, circunciso e incircunciso, bárbaro (uno que no era Griego, ni por nacimiento ni por cultura), Escita, esclavo o libre, sino que Cristo (el Mesías) es todo, y en todos.
(Colosenses 3:11)
Le ruego que El les conceda a ustedes, conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder por Su Espíritu en el hombre interior;
(Efesios 3:16)
La gloria que Me diste les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno:
(Juan 17:22)
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los Gentiles las inescrutables riquezas de Cristo,
(Efesios 3:8)
Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:19)
El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él.
(Juan 6:56)
Lo hizo para dar a conocer las riquezas de Su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria,
(Romanos 9:23)
Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquél que está en ustedes que el que está en el mundo.
(1 Juan 4:4)
Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.
(Romanos 8:18)
a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio (las buenas nuevas)
(Colosenses 1:5)
Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
(Gálatas 2:20)
Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.
(Juan 15:2)
por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
(Romanos 5:2)
Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por Su gracia, tuvo a bien
(Gálatas 1:15)
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza,
(1 Timoteo 1:1)
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
(Apocalipsis 3:20)
Y si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo (es vida) a causa de la justicia.
(Romanos 8:10)
es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo ve ni Lo conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes.
(Juan 14:17)
Pues Dios, que dijo: "De las tinieblas resplandecerá la luz," es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Cristo.
(2 Corintios 4:6)