a los cuales ni por un momento cedimos, para no someternos, a fin de que la verdad del evangelio permanezca con ustedes. (Gálatas 2:5)

Y de aquéllos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas); pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron (contribuyeron). (Gálatas 2:6)

Sino al contrario, vieron que se me había encomendado el evangelio a los de la incircuncisión, así como Pedro lo había sido a los de la circuncisión. (Gálatas 2:7)

(Porque Aquél que obró eficazmente para con Pedro en su apostolado a los de la circuncisión, también obró eficazmente para conmigo en mi apostolado a los Gentiles.)

Al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo (Santiago), Pedro (Cefas) y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los Gentiles y ellos a los de la circuncisión. (Gálatas 2:9)

Sólo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo mismo que yo estaba también deseoso de hacer. (Gálatas 2:10)

Pero cuando Pedro (Cefas) vino a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque él era digno de ser censurado. (Gálatas 2:11)

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Gálatas 2:8 - Referencia Cruzada

para ocupar (tomar el lugar de) este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía." (Hechos 1:25)

Al ver esto, Pedro dijo al pueblo: "Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran así, como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar? (Hechos 3:12)

Te rescataré del pueblo Judío y de los Gentiles, a los cuales Yo te envío, (Hechos 26:17)

Pero muchos de los que habían oído el mensaje (la palabra) creyeron, llegando el número de los hombres como a 5,000. (Hechos 4:4)

Aquél, pues, que les suministra el Espíritu y hace milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe? (Gálatas 3:5)

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once apóstoles , alzó la voz y les declaró: "Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras. (Hechos 2:14)

Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente, confiados en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales (milagros) y prodigios por medio de sus manos. (Hechos 14:3)

Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo, (Hechos 19:11)

Pero El me dijo: 'Ve, porque te voy a enviar lejos, a los Gentiles.'" (Hechos 22:21)

Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales (muchos milagros) y prodigios entre el pueblo; y acostumbraban a estar todos de común acuerdo en el pórtico de Salomón. (Hechos 5:12)

Toda la multitud hizo silencio, y escuchaban a Bernabé y a Pablo, que relataban las señales (los milagros) y prodigios que Dios había hecho entre los Gentiles por medio de ellos. (Hechos 15:12)

Pueden ver y oír que no sólo en Efeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los dioses hechos con las manos no son dioses verdaderos . (Hechos 19:26)

Pero el Señor le dijo: "Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en presencia de los Gentiles, de los reyes y de los Israelitas; (Hechos 9:15)

Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: "Aparten a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado." (Hechos 13:2)

Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra poderosamente en mí. (Colosenses 1:29)

Después de saludarlos, comenzó a referirles una por una las cosas que Dios había hecho entre los Gentiles mediante su ministerio. (Hechos 21:19)

Porque en todo ustedes fueron enriquecidos en El, en toda palabra y en todo conocimiento, (1 Corintios 1:5)

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí. (1 Corintios 15:10)

pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." (Hechos 1:8)

Si para otros no soy apóstol, por lo menos para ustedes sí lo soy; pues ustedes son el sello de mi apostolado en el Señor. (1 Corintios 9:2)

Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:17)

Porque si alguien viene y predica a otro Jesús, a quien no hemos predicado, o reciben un espíritu diferente, que no han recibido, o aceptan un evangelio distinto, que no han aceptado, bien lo toleran. (2 Corintios 11:4)