Esto es lo único que quiero averiguar (aprender) de ustedes ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la Ley, o por el oír con fe?
(Gálatas 3:2)
¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿van a terminar ahora por la carne?
(Gálatas 3:3)
¿Han padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano!
(Gálatas 3:4)
Aquél, pues, que les suministra el Espíritu y hace milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe?
Así Abraham CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO COMO JUSTICIA.
(Gálatas 3:6)
Por tanto, sepan que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.
(Gálatas 3:7)
La Escritura, previendo que Dios justificaría a los Gentiles (las naciones) por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: "EN TI SERAN BENDITAS TODAS LAS NACIONES."
(Gálatas 3:8)
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Gálatas 3:5 - Referencia Cruzada
Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo,
(Hechos 19:11)
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia de Dios que les fue dada en Cristo Jesús.
(1 Corintios 1:4)
Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado,
(Hechos 14:9)
puesto que ustedes buscan una prueba del Cristo que habla en mí. El cual no es débil para con ustedes, sino poderoso en ustedes.
(2 Corintios 13:3)
con el poder de señales (milagros) y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, De manera que desde Jerusalén (Ciudad de Paz) y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo.
(Romanos 15:19)
Esto es lo único que quiero averiguar (aprender) de ustedes ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la Ley, o por el oír con fe?
(Gálatas 3:2)
Entre ustedes se operaron las señales (los milagros) de un verdadero apóstol, con toda perseverancia, por medio de señales, prodigios, y milagros.
(2 Corintios 12:12)
Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente, confiados en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales (milagros) y prodigios por medio de sus manos.
(Hechos 14:3)
Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;
(2 Corintios 10:4)
¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu?
(2 Corintios 3:8)
a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas.
(1 Corintios 12:10)