Nueva Biblia Latinoamericana
Pablo entró en la sinagoga, y por tres meses continuó hablando abiertamente, discutiendo y persuadiéndoles acerca del reino de Dios. (Hechos 19:8)
Pero cuando algunos se endurecieron y se volvieron desobedientes, hablando mal del Camino ante la multitud, Pablo se apartó de ellos llevándose a los discípulos, y discutía diariamente en la escuela de Tirano. (Hechos 19:9)
Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos. (Hechos 19:10)
Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo,
de tal manera que incluso llevaban pañuelos o delantales de su cuerpo a los enfermos, y las enfermedades los dejaban y los malos espíritus se iban de ellos. (Hechos 19:12)
Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: "Les ordeno que salgan, en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica." (Hechos 19:13)
Siete hijos de un tal Esceva, uno de los principales sacerdotes Judíos, eran los que hacían esto. (Hechos 19:14)

Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 19:11":

Dr. Roberto Miranda
La estrategia evangelística de Pablo
Un análisis del primer sermón evangelístico de Pablo en Hechos 13 y la importancia de presentar a Jesús como la culminación de la historia y usar la propia vida y cultura para compartir el Evangelio.


Dr. Roberto Miranda
Luchando por la tierra más allá de tu propio patio trasero
El pastor comparte su experiencia con la liberación de personas demoníacamente oprimidas en su iglesia y se centra en el pasaje bíblico de Lucas 13:10-17 sobre la mujer encorvada que estaba poseída por un espíritu de enfermedad durante 18 años. También reflexiona sobre la importancia de la liberación en la iglesia en tiempos de guerra espiritual y llama a la iglesia a adoptar una perspectiva más guerrera.


Hechos 19:11 - Referencia Cruzada

Y estas señales acompañarán a los que han creído: en Mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; (Marcus 16:17)
Porque no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los Gentiles, en palabra y en obra, (Romanos 15:18)
Aquél, pues, que les suministra el Espíritu y hace milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe? (Gálatas 3:5)
Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales (muchos milagros) y prodigios entre el pueblo; y acostumbraban a estar todos de común acuerdo en el pórtico de Salomón. (Hechos 5:12)
Esto lo hacía por muchos días; pero desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: "¡Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella!" Y el espíritu salió en aquel mismo momento. (Hechos 16:18)
En verdad les digo: el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre. (Juan 14:12)
Toda la multitud hizo silencio, y escuchaban a Bernabé y a Pablo, que relataban las señales (los milagros) y prodigios que Dios había hecho entre los Gentiles por medio de ellos. (Hechos 15:12)
Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían. (Hechos 8:13)
Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente, confiados en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales (milagros) y prodigios por medio de sus manos. (Hechos 14:3)
Dios testificó junto con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones repartidos del Espíritu Santo según Su propia voluntad. (Hebreos 2:4)