Nueva Biblia Latinoamericana
Por el contrario, ustedes mismos cometen injusticias y defraudan, y esto aun a sus propios hermanos. (1 Corintios 6:8)
¿O no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, (1 Corintios 6:9)
ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. (1 Corintios 6:10)
Y esto eran algunos de ustedes; pero fueron lavados, pero fueron santificados, pero fueron justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna. (1 Corintios 6:12)
Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos, pero Dios destruirá a los dos. Sin embargo, el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. (1 Corintios 6:13)
Y Dios, que resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros mediante Su poder. (1 Corintios 6:14)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Corintios 6:11":

Dr. Roberto Miranda
Los cristianos vivimos contra la cultura del mundo
Los cristianos vivimos contra la cultura del mundo - reflexión sobre cómo la cultura del Reino de Dios es contraintuitiva y diferente a la del mundo.


Dr. Roberto Miranda
El pecado no tendrá dominio sobre nosotros
El artículo del Dr. Roberto Miranda habla sobre cómo no permitir que el pecado tenga dominio sobre nosotros y vivir en la libertad que Cristo nos ha dado.


1 Corintios 6:11 - Referencia Cruzada

Todos son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, (Romanos 3:24)
Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre ; por lo cual El no se avergüenza de llamarlos hermanos, (Hebreos 2:11)
Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro. (1 Pedro 1:22)
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con Su sangre: Que la gracia y la paz les sean multiplicadas a ustedes. (1 Pedro 1:2)
Les digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se engrandece será humillado, pero el que se humilla será engrandecido." (Lucas 18:14)
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. (Salmos 51:7)
y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre, (Apocalipsis 1:5)
para demostrar en este tiempo Su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús. (Romanos 3:26)
Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ustedes ya no anden así como andan también los Gentiles (paganos), en la vanidad de su mente. (Efesios 4:17)
Lávense, límpiense, Quiten la maldad de sus obras de delante de Mis ojos. Cesen de hacer el mal. (Isaías 1:16)
Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El. (Romanos 5:9)
Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo, (1 Pedro 3:21)
porque antes ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor; anden como hijos de luz. (Efesios 5:8)
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, (Romanos 5:1)
Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y ustedes están limpios, pero no todos." (Juan 13:10)
para que les abras sus ojos a fin de que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en Mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados.' (Hechos 26:18)
Lávame por completo de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. (Salmos 51:2)
Y El les dio vida a ustedes, que estaban muertos en (a causa de) sus delitos y pecados, (Efesios 2:1)
Y que nadie es justificado ante Dios por la Ley es evidente, porque "EL JUSTO VIVIRA POR LA FE." (Gálatas 3:11)
Hay gente que se tiene por pura, Pero no está limpia de su inmundicia. (Proverbios 30:12)
Lava de maldad tu corazón, Jerusalén, Para que seas salvada. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti Pensamientos perversos? (Jeremías 4:14)
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, (Gálatas 5:22)
Pero gracias a Dios, que aunque ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados, (Romanos 6:17)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Tito 3:3)
Pero por obra Suya están ustedes en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, santificación y redención, (1 Corintios 1:30)
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. (Romanos 8:33)
De manera que la Ley ha venido a ser nuestro guía (tutor) para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe. (Gálatas 3:24)
En el SEÑOR será justificada y se gloriará Toda la descendencia de Israel." (Isaías 45:25)
Debido a la angustia de Su alma, El lo verá y quedará satisfecho. Por Su conocimiento, el Justo, Mi Siervo, justificará a muchos, Y cargará las iniquidades de ellos. (Isaías 53:11)
La Escritura, previendo que Dios justificaría a los Gentiles (las naciones) por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: "EN TI SERAN BENDITAS TODAS LAS NACIONES." (Gálatas 3:8)
Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. (Colosenses 3:5)
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. (2 Tesalonicenses 2:13)
Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré. (Ezequiel 36:25)
pero al que no trabaja, pero cree en Aquél que justifica al impío, su fe se le cuenta por justicia. (Romanos 4:5)
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? (Santiago 2:21)
y que de todas las cosas de que no pudieron ser justificados por la Ley de Moisés, por medio de El, todo aquél que cree es justificado. (Hechos 13:39)
Sin embargo, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la Ley. Puesto que por las obras de la Ley nadie será justificado. (Gálatas 2:16)
A los que predestinó, a ésos también llamó. A los que llamó, a ésos también justificó. A los que justificó, a ésos también glorificó. (Romanos 8:30)
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en cualquier parte invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: (1 Corintios 1:2)
para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, (Efesios 5:26)
Y le respondí: "Señor mío, usted lo sabe." Y él me dijo: "Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. (Apocalipsis 7:14)
para vivir el tiempo que le queda en la carne, ya no para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. (1 Pedro 4:2)
Ustedes saben que cuando eran paganos, de una manera u otra eran arrastrados hacia los ídolos mudos. (1 Corintios 12:2)
Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando Su nombre.' (Hechos 22:16)
acerquémonos con corazón sincero (verdadero), en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura. (Hebreos 10:22)