Nueva Biblia Latinoamericana
Algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban y lloraron a gran voz por él. (Hechos 8:2)
Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel. (Hechos 8:3)
Así que los que habían sido esparcidos iban predicando (anunciando las buenas nuevas de) la palabra. (Hechos 8:4)
Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo (el Mesías).
Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales (los milagros) que hacía. (Hechos 8:6)
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, éstos salían de ellos gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanados. (Hechos 8:7)
Y había gran regocijo en aquella ciudad. (Hechos 8:8)

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Hechos 8:5 - Referencia Cruzada

La mujer Le dijo: "Sé que el Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando El venga nos declarará todo." (Juan 4:25)
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." (Hechos 1:8)
Entonces Felipe, comenzando con este pasaje de la Escritura, le anunció el evangelio (las buenas nuevas) de Jesús. (Hechos 8:35)
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, (Hechos 8:14)
Y Saulo (Pablo) estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles. (Hechos 8:1)
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los Judíos, y necedad para los Gentiles. (1 Corintios 1:23)
Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito (Gentil convertido al Judaísmo) de Antioquía. (Hechos 6:5)
Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y proclamar el evangelio (las buenas nuevas) de Jesús como el Cristo (el Mesías). (Hechos 5:42)
Y Pablo, entró según su costumbre, y por tres días de reposo discutió con ellos basándose en las Escrituras, (Hechos 17:2)
Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo. (1 Corintios 3:11)
Enseguida se puso a predicar de Jesús en las sinagogas, diciendo: "El es el Hijo de Dios." (Hechos 9:20)
Pero Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea. (Hechos 8:40)
Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete (diáconos), nos quedamos con él. (Hechos 21:8)
A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: "No vayan por el camino de los Gentiles ni entren en ninguna ciudad de los Samaritanos. (Mateo 10:5)
Porque nada me propuse saber entre ustedes excepto a Jesucristo, y Este crucificado. (1 Corintios 2:2)