Nueva Biblia Latinoamericana
Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; y Jacobo (Santiago), el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; (Mateo 10:2)
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo (Santiago), el hijo de Alfeo, y Tadeo; (Mateo 10:3)
Simón el Cananita (el Zelote), y Judas Iscariote, el que también Lo entregó. (Mateo 10:4)
A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: "No vayan por el camino de los Gentiles ni entren en ninguna ciudad de los Samaritanos.
Sino vayan más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (Mateo 10:6)
Y cuando vayan, prediquen diciendo: 'El reino de los cielos se ha acercado.' (Mateo 10:7)
Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios; de gracia recibieron, den de gracia. (Mateo 10:8)

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Mateo 10:5 - Referencia Cruzada

Pues les digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres, (Romanos 15:8)
impidiéndonos (prohibiéndonos) hablar a los Gentiles para que se salven, con el resultado de que siempre llenan la medida de sus pecados. Pero la ira de Dios ha venido sobre ellos hasta el extremo (totalmente). (1 Tesalonicenses 2:16)
Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los Judíos. (Juan 4:22)
Pero cierto Samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión. (Lucas 10:33)
Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir. (Lucas 10:1)
¡TIERRA DE ZABULON Y TIERRA DE NEFTALI, CAMINO DEL MAR, AL OTRO LADO DEL JORDAN, GALILEA DE LOS GENTILES (DE LAS NACIONES)! (Mateo 4:15)
Nuestros padres adoraron en este monte, y ustedes dicen que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar." (Juan 4:20)
El rey de Asiria trajo hombres de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria en lugar de los Israelitas. Y tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus ciudades. (2 Reyes 17:24)
Entonces la mujer Samaritana Le dijo: "¿Cómo es que Tú, siendo Judío, me pides de beber a mí, que soy Samaritana?" (Porque los Judíos no tienen tratos con los Samaritanos.) (Juan 4:9)
Y envió mensajeros delante de El; y ellos fueron y entraron en una aldea de los Samaritanos para hacer los preparativos para El. (Lucas 9:52)
Y de aquella ciudad, muchos de los Samaritanos creyeron en El por la palabra de la mujer que daba testimonio, diciendo: "El me dijo todo lo que yo he hecho." (Juan 4:39)
Pero El me dijo: 'Ve, porque te voy a enviar lejos, a los Gentiles.'" (Hechos 22:21)
Y envió a sus siervos a llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no quisieron venir. (Mateo 22:3)
Todos los creyentes que eran de la circuncisión (Judíos Cristianos), que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los Gentiles, (Hechos 10:45)
Los Judíos Le contestaron: "¿No decimos con razón que Tú eres Samaritano y que tienes un demonio?" (Juan 8:48)
Decían entonces los Judíos entre sí: "¿Adónde piensa irse Este que no Lo podamos encontrar? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los Griegos y enseñar a los Griegos? (Juan 7:35)
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." (Hechos 1:8)
Y Saulo (Pablo) estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles. (Hechos 8:1)
Llegó, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la parcela de tierra que Jacob dio a su hijo José; (Juan 4:5)
Los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. (Lucas 9:2)
Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo (el Mesías). (Hechos 8:5)
Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y Le dio gracias; y éste era Samaritano. (Lucas 17:16)
Jesús les dijo otra vez: "Paz a ustedes; como el Padre Me ha enviado, así también Yo los envío." (Juan 20:21)