Nueva Biblia Latinoamericana
Y durante la cena, como ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el que Lo entregara, (Juan 13:2)
Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en Sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, (Juan 13:3)
se levantó de la cena y se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó. (Juan 13:4)
Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste Le dijo: "Señor, ¿Tú me vas a lavar a mí los pies?" (Juan 13:6)
Jesús le respondió: "Ahora tú no comprendes lo que Yo hago, pero lo entenderás después." (Juan 13:7)
¡Jamás me lavarás los pies!" Le dijo Pedro. "Si no te lavo, no tienes parte conmigo," le respondió Jesús. (Juan 13:8)

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En Juan 13:1, Jesús amó a sus discípulos hasta el final, a pesar de que uno lo traicionaría, otro lo negaría y los demás huirían asustados. Este artículo habla sobre cómo Dios nos ama hasta el final y tiene planes de vida eterna para nosotros, a pesar de nuestros errores pasados.author: Omar Soto,title: Amando hasta el fin,summary: En Juan 13:1, Jesús amó a sus discípulos hasta el final, a pesar de que uno lo traicionaría, otro lo negaría y los demás huirían asustados. Dios te ama hasta el final, incluso si has fallado o negado a Él en el pasado. Él tiene planes de vida eterna para ti y nada puede detenerlo. Recibe su amor y deja que te consuma. Dios te bendiga y te proteja. Amén.


Juan 13:5 - Referencia Cruzada

y poniéndose detrás de El a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y los ungía con el perfume. (Lucas 7:38)
Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y ustedes están limpios, pero no todos." (Juan 13:10)
y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre, (Apocalipsis 1:5)
Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: "Ve y lávate en el Jordán siete veces, y tu carne se te restaurará y quedarás limpio." (2 Reyes 5:10)
acerquémonos con corazón sincero (verdadero), en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura. (Hebreos 10:22)
para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, (Efesios 5:26)
pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. (Juan 19:34)
Pero Josafat dijo: "¿No hay aquí un profeta del SEÑOR para que consultemos al SEÑOR por medio de él?" Y uno de los siervos del rey de Israel respondió: "Aquí está Eliseo, hijo de Safat, el que vertía agua en las manos de Elías." (2 Reyes 3:11)
El que ha de ser purificado lavará su ropa, se rasurará todo el cabello, se bañará en agua y quedará limpio. Después podrá entrar al campamento, pero por siete días permanecerá fuera de su tienda. (Levítico 14:8)
Lávense, límpiense, Quiten la maldad de sus obras de delante de Mis ojos. Cesen de hacer el mal. (Isaías 1:16)
que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha mostrado hospitalidad a extraños, si ha lavado los pies de los santos, si ha ayudado a los afligidos y si se ha consagrado (dedicado) a toda buena obra. (1 Timoteo 5:10)
En aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza. (Zacarías 13:1)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Tito 3:3)
Que se traiga ahora un poco de agua y lávense ustedes los pies, y reposen bajo el árbol. (Génesis 18:4)
y les dijo: "Señores míos, les ruego que entren en la casa de su siervo y pasen en ella la noche y laven sus pies. Entonces se levantarán temprano y continuarán su camino." "No," dijeron ellos, "sino que pasaremos la noche en la plaza." (Génesis 19:2)
Y le respondí: "Señor mío, usted lo sabe." Y él me dijo: "Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. (Apocalipsis 7:14)
Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando Su nombre.' (Hechos 22:16)
Pero si andamos en la Luz, como El está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:7)
Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó Su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: "¿Saben lo que les he hecho? (Juan 13:12)
Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré. (Ezequiel 36:25)
Ella se levantó y postrándose rostro en tierra, dijo: "Miren, su sierva es una criada para lavar los pies de los siervos de mi señor." (1 Samuel 25:41)
¡Jamás me lavarás los pies!" Le dijo Pedro. "Si no te lavo, no tienes parte conmigo," le respondió Jesús. (Juan 13:8)
Y esto eran algunos de ustedes; pero fueron lavados, pero fueron santificados, pero fueron justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios. (1 Corintios 6:11)
Lávame por completo de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. (Salmos 51:2)
Después harás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la tienda de reunión, y los lavarás con agua. (Éxodo 29:4)
Este es Aquél que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. (1 Juan 5:6)
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: "¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa y no Me diste agua para Mis pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. (Lucas 7:44)