Nueva Biblia Latinoamericana
Porque en este caso el dicho es verdadero: 'Uno es el que siembra y otro el que siega.' (Juan 4:37)
Yo los envié a ustedes a segar lo que no han trabajado; otros han trabajado y ustedes han entrado en su labor." (Juan 4:38)
Y de aquella ciudad, muchos de los Samaritanos creyeron en El por la palabra de la mujer que daba testimonio, diciendo: "El me dijo todo lo que yo he hecho." (Juan 4:39)
De modo que cuando los Samaritanos vinieron, rogaban a Jesús que se quedara con ellos; y El se quedó allí dos días.
Muchos más creyeron por Su palabra, (Juan 4:41)
y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos Le hemos oído, y sabemos que Este es en verdad el Salvador del mundo." (Juan 4:42)
Después de los dos días, Jesús salió de allí para Galilea. (Juan 4:43)

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Juan 4:40 - Referencia Cruzada

Y como colaboradores con El , también les exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios; (2 Corintios 6:1)
Entonces el hombre dijo: "Suéltame porque raya el alba." "No te soltaré si no me bendices," le respondió Jacob. (Génesis 32:26)
Y ellos Le insistieron, diciendo: "Quédate con nosotros, porque está atardeciendo, y el día ya ha declinado." Y entró a quedarse con ellos. (Lucas 24:29)
Apenas los había pasado Cuando hallé al que ama mi alma; Lo agarré y no quise soltarlo, Hasta que lo llevé a la casa de mi madre Y a la alcoba de la que me concibió." (Cantares 3:4)
Pero el hombre de quien habían salido los demonios Le rogaba que le permitiera estar con El; pero Jesús lo despidió, diciendo: (Lucas 8:38)
Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa." (Lucas 19:5)
Aférrate a la instrucción, no la sueltes; Guárdala, porque ella es tu vida. (Proverbios 4:13)
Ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra. (Lucas 10:39)
Cuando ella y su familia se bautizaron, nos rogó: "Si juzgan que soy fiel al Señor, vengan a mi casa y quédense en ella." Y nos persuadió a ir. (Hechos 16:15)
Tú, esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿Por qué has de ser como extranjero en la tierra, O como caminante que ha plantado su tienda para pasar la noche? (Jeremías 14:8)
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. (Apocalipsis 3:20)