Nueva Biblia Latinoamericana
Salió entonces la gente a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor. (Lucas 8:35)
Los que lo habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado había sido sanado. (Lucas 8:36)
Entonces toda la gente (la multitud) de la región alrededor de los Gadarenos Le pidió a Jesús que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y El, entrando a una barca, regresó. (Lucas 8:37)
Pero el hombre de quien habían salido los demonios Le rogaba que le permitiera estar con El; pero Jesús lo despidió, diciendo:
Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti." Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él. (Lucas 8:39)
Cuando Jesús volvió, la multitud Lo recibió con gozo , porque todos Lo habían estado esperando. (Lucas 8:40)
Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa; (Lucas 8:41)

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Lucas 8:38 - Referencia Cruzada

Temerás (Reverenciarás) al SEÑOR tu Dios; Le servirás, te allegarás a El y sólo en Su nombre jurarás. (Deuteronomio 10:20)
Que hemos oído y conocido, Y que nuestros padres nos han contado. (Salmos 78:3)
Grande es el SEÑOR, y digno de ser alabado en gran manera, Y Su grandeza es inescrutable. (Salmos 145:3)
Pero Ananías respondió: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén, (Hechos 9:13)
Cuando entren a la tierra que el SEÑOR les dará, como ha prometido, guardarán este rito. (Éxodo 12:25)
Tú eres mi escondedero; de la angustia me preservarás; Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah) (Salmos 32:7)
Entonces toda la gente (la multitud) de la región alrededor de los Gadarenos Le pidió a Jesús que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y El, entrando a una barca, regresó. (Lucas 8:37)
¿Qué daré al SEÑOR Por todos Sus beneficios para conmigo? (Salmos 116:12)
Lo harás saber a tu hijo en aquel día, diciendo: 'Esto es con motivo de lo que el SEÑOR hizo por mí cuando salí de Egipto.' (Éxodo 13:8)
Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo. (Salmos 27:4)
Las misericordias del SEÑOR recordaré, las alabanzas del SEÑOR, Conforme a todo lo que nos ha otorgado el SEÑOR, Por Su gran bondad hacia la casa de Israel, Que les ha otorgado conforme a Su compasión Y conforme a la multitud de Sus misericordias. (Isaías 63:7)
Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: "¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes." (Lucas 8:28)
Ellos sólo oían decir: "El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica (anuncia) la fe que en un tiempo quería destruir." (Gálatas 1:23)
Oh Dios, Tú me has enseñado desde mi juventud, Y hasta ahora he anunciado Tus maravillas. (Salmos 71:17)
Que den gracias al SEÑOR por Su misericordia Y por Sus maravillas para con los hijos de los hombres. (Salmos 107:31)
Que ellos den gracias al SEÑOR por Su misericordia Y por Sus maravillas para con los hijos de los hombres. (Salmos 107:21)
Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado Le rogaba que lo dejara ir con El. (Marcus 5:18)
Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: '¿Qué es esto?' le dirás: 'Con mano fuerte nos sacó el SEÑOR de Egipto, de la casa de servidumbre. (Éxodo 13:14)
¡Ah, SEÑOR! Ciertamente yo soy Tu siervo, Siervo Tuyo soy, hijo de Tu sierva; Tú desataste mis ataduras. (Salmos 116:16)
Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. (Filipenses 1:23)
aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. (1 Timoteo 1:13)
Grandes son las obras del SEÑOR, Buscadas por todos los que se deleitan en ellas. (Salmos 111:2)