Nueva Biblia Latinoamericana
y gritaron: "¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!" (Lucas 17:13)
Cuando El los vio, les dijo: "Vayan y muéstrense a los sacerdotes." Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. (Lucas 17:14)
Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. (Lucas 17:15)
Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y Le dio gracias; y éste era Samaritano.
Jesús le preguntó: "¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están? (Lucas 17:17)
¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?" (Lucas 17:18)
Entonces le dijo: "Levántate y vete; tu fe te ha sanado." (Lucas 17:19)

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Lucas 17:16 - Referencia Cruzada

Cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró. (Hechos 10:25)
Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y Le dijo toda la verdad. (Marcus 5:33)
Entonces la mujer Samaritana Le dijo: "¿Cómo es que Tú, siendo Judío, me pides de beber a mí, que soy Samaritana?" (Porque los Judíos no tienen tratos con los Samaritanos.) (Juan 4:9)
para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que Lo envió. (Juan 5:23)
Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo (el Mesías). (Hechos 8:5)
los veinticuatro ancianos se postran delante de Aquél que está sentado en el trono, y adoran a Aquél que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: (Apocalipsis 4:10)
Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, y decían: "¡Amén! ¡Aleluya!" (Apocalipsis 19:4)
Y envió mensajeros delante de El; y ellos fueron y entraron en una aldea de los Samaritanos para hacer los preparativos para El. (Lucas 9:52)
Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: "¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!" (Lucas 5:8)
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." (Hechos 1:8)
Los Judíos Le contestaron: "¿No decimos con razón que Tú eres Samaritano y que tienes un demonio?" (Juan 8:48)
Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. (Mateo 2:11)
Entonces caí a sus pies para adorarlo. Y me dijo: "No hagas eso. Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía." (Apocalipsis 19:10)
Del mismo modo, también un Levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino. (Lucas 10:32)
Los cuatro seres vivientes decían: "Amén," y los ancianos se postraron y adoraron. (Apocalipsis 5:14)
Jesús le dijo: "Mujer, cree lo que te digo: la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. (Juan 4:21)
A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: "No vayan por el camino de los Gentiles ni entren en ninguna ciudad de los Samaritanos. (Mateo 10:5)
Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él: (Génesis 17:3)
Y de aquella ciudad, muchos de los Samaritanos creyeron en El por la palabra de la mujer que daba testimonio, diciendo: "El me dijo todo lo que yo he hecho." (Juan 4:39)