Nueva Biblia Latinoamericana
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados,' o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda'? (Marcus 2:9)
Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," dijo al paralítico: (Marcus 2:10)
A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." (Marcus 2:11)
Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: "Jamás hemos visto cosa semejante."
Jesús salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a El, y les enseñaba. (Marcus 2:13)
Al pasar, vio a Leví (Mateo), hijo de Alfeo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: "Sígueme." Y levantándose, Lo siguió. (Marcus 2:14)
Y sucedió que estando Jesús sentado a la mesa en casa de Leví (Mateo), muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban comiendo con Jesús y Sus discípulos; porque había muchos de ellos que Lo seguían. (Marcus 2:15)

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Marcus 2:12 - Referencia Cruzada

Pero muchos de la multitud creyeron en El, y decían: "Cuando el Cristo venga, ¿acaso hará más señales (milagros) que las que Este ha hecho?" (Juan 7:31)
Y todos se asombraron de tal manera que discutían entre sí, diciendo: "¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva con autoridad! El manda aun a los espíritus inmundos y Le obedecen." (Marcus 1:27)
Y después de amenazarlos otra vez, los dejaron ir, no hallando la manera de castigarlos por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido; (Hechos 4:21)
El asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios; y se llenaron de temor, diciendo: "Hoy hemos visto cosas extraordinarias." (Lucas 5:26)
Todas las multitudes estaban asombradas, y decían: "¿Acaso no es éste el Hijo de David?" (Mateo 12:23)
Después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: "Jamás se ha visto cosa igual en Israel." (Mateo 9:33)
Desde el principio jamás se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. (Juan 9:32)
de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel. (Mateo 15:31)
Pero cuando las multitudes vieron esto, sintieron temor, y glorificaron a Dios, que había dado tal poder (autoridad) a los hombres. (Mateo 9:8)
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre nosotros." También decían: "Dios ha visitado a Su pueblo." (Lucas 7:16)
Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. (Lucas 17:15)
Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. (Lucas 13:13)