NO QUEBRARA LA CAÑA CASCADA, NI APAGARA LA MECHA QUE HUMEA, HASTA QUE LLEVE A LA VICTORIA LA JUSTICIA.
(Mateo 12:20)Y EN SU NOMBRE LAS NACIONES (LOS GENTILES) PONDRAN SU ESPERANZA."
(Mateo 12:21)Entonces trajeron a Jesús un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía.
(Mateo 12:22)Todas las multitudes estaban asombradas, y decían: "¿Acaso no es éste el Hijo de David?"
Pero cuando los Fariseos lo oyeron, dijeron: "Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios."
(Mateo 12:24)Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.
(Mateo 12:25)Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino?
(Mateo 12:26)Otras publicaciones relacionadas con "Mateo 12:23":
Mateo 12:23 - Referencia Cruzada
¿Cuál es la opinión de ustedes sobre el Cristo (el Mesías)? ¿De quién es hijo?" "De David," le contestaron ellos.
(Mateo 22:42)Vengan, vean a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será éste el Cristo (el Mesías)?"
(Juan 4:29)Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada."
(Mateo 15:22)Y vinieron a El grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a Sus pies y El los sanó;
(Mateo 15:30)Y las multitudes que iban delante de El y las que iban detrás, gritaban: "¡Hosanna al Hijo de David! ¡BENDITO AQUEL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¡Hosanna en las alturas!"
(Mateo 21:9)Después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: "Jamás se ha visto cosa igual en Israel."
(Mateo 9:33)Entonces algunos de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: "Verdaderamente Este es el Profeta."
(Juan 7:40)Al irse Jesús de allí, dos ciegos Lo siguieron, gritando: "¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!"
(Mateo 9:27)