Nueva Biblia Latinoamericana
Al instante Jesús, conociendo en Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo: "¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? (Marcus 2:8)
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados,' o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda'? (Marcus 2:9)
Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," dijo al paralítico: (Marcus 2:10)
A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."
Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: "Jamás hemos visto cosa semejante." (Marcus 2:12)
Jesús salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a El, y les enseñaba. (Marcus 2:13)
Al pasar, vio a Leví (Mateo), hijo de Alfeo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: "Sígueme." Y levantándose, Lo siguió. (Marcus 2:14)

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Marcus 2:11 - Referencia Cruzada

El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63)
Movido a compasión, extendiendo Jesús la mano, lo tocó y le dijo: "Quiero; sé limpio." (Marcus 1:41)
Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda." (Juan 5:8)