Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo,
(Lucas 13:10)y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar.
(Lucas 13:11)Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: "Mujer, has quedado libre de tu enfermedad."
(Lucas 13:12)Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios.
Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: "Hay seis días en los cuales se debe trabajar; vengan, pues, en esos días y sean sanados, y no en día de reposo."
(Lucas 13:14)Entonces el Señor le respondió: "Hipócritas, ¿no desata cada uno de ustedes su buey o su asno del pesebre en día de reposo y lo lleva a beber?
(Lucas 13:15)Y ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en el día de reposo?"
(Lucas 13:16)Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 13:13":
Lucas 13:13 - Referencia Cruzada
Y no pudo hacer allí ningún milagro; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos.
(Marcus 6:5)Cuando El los vio, les dijo: "Vayan y muéstrense a los sacerdotes." Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.
(Lucas 17:14)Salmo de David. Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y bendiga todo mi ser Su santo nombre.
(Salmos 103:1)El envió Su palabra y los sanó Y los libró de la muerte.
(Salmos 107:20)Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y veía todo con claridad.
(Marcus 8:25)Al instante recobró la vista y Lo seguía glorificando a Dios. Cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios.
(Lucas 18:43)¡Ah, SEÑOR! Ciertamente yo soy Tu siervo, Siervo Tuyo soy, hijo de Tu sierva; Tú desataste mis ataduras.
(Salmos 116:16)tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien."
(Marcus 16:18)y Le rogaba con insistencia: "Mi hijita está al borde de la muerte; Te ruego que vengas y pongas las manos sobre ella para que sane y viva."
(Marcus 5:23)Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
(Lucas 4:40)Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo."
(Hechos 9:17)