Nueva Biblia Latinoamericana
Han sido guardados los estatutos de Omri Y todas las obras de la casa de Acab, Y andas en sus consejos. Por tanto te entregaré a la destrucción, Y a tus habitantes a la burla. Ustedes tendrán que soportar el oprobio de Mi pueblo." (Miqueas 6:16)
¡Ay de mí!, porque soy Como los recogedores de frutos de verano, como los rebuscadores en la vendimia. No hay racimo de uvas que comer, Ni higo temprano que tanto deseo. (Miqueas 7:1)
Ha desaparecido el bondadoso de la tierra, Y no hay ninguno recto entre los hombres. Todos acechan para derramar sangre, Unos a otros se echan la red. (Miqueas 7:2)
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y también el juez, una recompensa, El grande habla de lo que desea su alma, Y juntos lo traman.
El mejor de ellos es como un zarzal, Y el más recto como un seto de espinos. El día que pongas tus centinelas, Tu castigo llegará. ¡Entonces será su confusión! (Miqueas 7:4)
No se fíen del vecino, Ni confíen en el amigo. De la que reposa en tu seno, Guarda tus labios. (Miqueas 7:5)
Porque el hijo trata con desdén al padre, La hija se levanta contra la madre, Y la nuera contra su suegra; Los enemigos del hombre son los de su propia casa. (Miqueas 7:6)

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Miqueas 7:3 - Referencia Cruzada

Y escribió en las cartas: "Proclamen ayuno y sienten a Nabot a la cabeza del pueblo. (1 Reyes 21:9)
y les dijo: "¿Qué están dispuestos a darme para que yo les entregue a Jesús?" Y ellos le pesaron treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos). (Mateo 26:15)
Acabada su bebida, Se entregaron a la prostitución; Sus príncipes aman mucho la ignominia. (Oseas 4:18)
Porque ellos no duermen a menos que hagan lo malo, Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguien. (Proverbios 4:16)
Los príncipes de Israel, cada uno según su poder, han estado en ti para derramar sangre. (Ezequiel 22:6)
Porque el SEÑOR va a salir de Su lugar Para castigar la iniquidad de los habitantes de la tierra, Y la tierra pondrá de manifiesto su sangre derramada Y no ocultará más a sus asesinados. (Isaías 26:21)
Por tanto, daré sus mujeres a otros, Y sus campos a nuevos dueños; Porque desde el menor hasta el mayor Todos ellos codician ganancias; Desde el profeta hasta el sacerdote Todos practican el engaño. (Jeremías 8:10)
Pues yo sé que muchas son sus transgresiones y graves sus pecados: Oprimen al justo, aceptan soborno Y rechazan a los pobres en la puerta (de la ciudad). (Amós 5:12)
Sus jefes juzgan por soborno, Sus sacerdotes enseñan por precio, Sus profetas adivinan por dinero, Y se apoyan en el SEÑOR, diciendo: "¿No está el SEÑOR en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros mal alguno." (Miqueas 3:11)
Por tanto, no juzguen antes de tiempo, sino esperen hasta que el Señor venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces cada uno recibirá de parte de Dios la alabanza que le corresponda. (1 Corintios 4:5)
¿Guardará rencor para siempre? ¿Estará indignado hasta el fin?' Así has hablado, Pero has hecho lo malo, Y has hecho tu voluntad." (Jeremías 3:5)
Tus gobernantes son rebeldes Y compañeros de ladrones; Cada uno ama el soborno Y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, Ni llega a ellos la causa de la viuda. (Isaías 1:23)
Sus príncipes en medio de la ciudad son como lobos que desgarran la presa, derramando sangre y destruyendo vidas para obtener ganancias injustas. (Ezequiel 22:27)
Entre tanto, una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros. Jesús comenzó a hablar primero a Sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los Fariseos, que es la hipocresía. (Lucas 12:1)