Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora bien, lo que se requiere además de los administradores es que cada uno sea hallado fiel. (1 Corintios 4:2)
En cuanto a mí, es de poca importancia que yo sea juzgado por ustedes o por cualquier tribunal humano. De hecho, ni aun yo me juzgo a mí mismo. (1 Corintios 4:3)
Porque no estoy consciente de nada en contra mía. Pero no por eso estoy sin culpa, pues el que me juzga es el Señor. (1 Corintios 4:4)
Por tanto, no juzguen antes de tiempo, sino esperen hasta que el Señor venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces cada uno recibirá de parte de Dios la alabanza que le corresponda.
Esto, hermanos, lo he aplicado en sentido figurado a mí mismo y a Apolos por amor a ustedes, para que en nosotros aprendan a no sobrepasar lo que está escrito, para que ninguno de ustedes se vuelva arrogante a favor del uno contra el otro. (1 Corintios 4:6)
Porque ¿quién te distingue? ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido? (1 Corintios 4:7)
Ya están saciados, ya se han hecho ricos, ya han llegado a reinar sin necesidad de nosotros. Ojalá hubieran llegado a reinar, para que nosotros reináramos también con ustedes. (1 Corintios 4:8)

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1 Corintios 4:5 - Referencia Cruzada

Su señor le dijo: 'Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.' (Mateo 25:21)
¿Quién eres tú para juzgar al criado (siervo) de otro? Para su propio amo (señor) está en pie o cae. En pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. (Romanos 14:4)
Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo. (2 Corintios 5:10)
No juzguen para que no sean juzgados. (Mateo 7:1)
Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa (su propio salario) conforme a su propio trabajo. (1 Corintios 3:8)
Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con poder y gran gloria. (Mateo 24:30)
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en Su venida. (1 Corintios 15:23)
Porque Dios traerá toda obra a juicio, Junto con todo lo oculto, Sea bueno o sea malo. (Eclesiastés 12:14)
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Dios. (Romanos 14:10)
Pues ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche; (1 Tesalonicenses 5:2)
de manera que nada les falta en ningún don, esperando ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo. (1 Corintios 1:7)
Alégrate, joven, en tu juventud, Y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; Pero debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio. (Eclesiastés 11:9)
¿Cómo pueden creer, cuando reciben gloria (honor) los unos de los otros, y no buscan la gloria que viene del Dios único? (Juan 5:44)
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores (el Pastor Supremo), ustedes recibirán la corona inmarcesible (que jamás se marchitará) de gloria. (1 Pedro 5:4)
Por tanto, hermanos, sean pacientes hasta la venida del Señor. Miren cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. (Santiago 5:7)
Su señor le dijo: 'Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.' (Mateo 25:23)
Jesús le dijo: "Si Yo quiero que él se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué? Tú, Sígueme." (Juan 21:22)
De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: "El Señor vino con muchos millares de Sus santos, (Judas 1:14)
Hermanos, no hablen mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez de ella. (Santiago 4:11)
Más bien hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino que, mediante la manifestación de la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo hombre en la presencia de Dios. (2 Corintios 4:2)
Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquél a quien el Señor alaba. (2 Corintios 10:18)
Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas. (Romanos 2:1)
a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; (Romanos 2:7)
Entonces volverán a distinguir entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve. (Malaquías 3:18)
Entre tanto, una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros. Jesús comenzó a hablar primero a Sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los Fariseos, que es la hipocresía. (Lucas 12:1)
También vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros (rollos) fueron abiertos. Otro libro (rollo) fue abierto, que es el Libro de la Vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros (rollos), según sus obras. (Apocalipsis 20:12)
Dichoso (Bienaventurado) aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así. (Mateo 24:46)
EL VIENE CON LAS NUBES, y todo ojo Lo verá, aun los que Lo traspasaron; y todas las tribus (linajes y razas) de la tierra harán lamentación por El. Sí. Amén. (Apocalipsis 1:7)
el día en que, según mi evangelio, Dios juzgará los secretos de los hombres mediante Cristo Jesús. (Romanos 2:16)
la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada. El fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno. (1 Corintios 3:13)
Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que El venga. (1 Corintios 11:26)
para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; (1 Pedro 1:7)
y diciendo: "¿Dónde está la promesa de Su venida? Porque desde que los padres durmieron (murieron), todo continúa tal como estaba desde el principio de la creación." (2 Pedro 3:4)
esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor! (2 Pedro 3:12)
No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados. (Lucas 6:37)
No hay cosa creada oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta. (Hebreos 4:13)
Pues es Judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios. (Romanos 2:29)