Nueva Biblia Latinoamericana
Estábamos encinta, nos retorcíamos en los dolores, Dimos a luz, al parecer, sólo viento. No logramos liberación para la tierra, Ni nacieron habitantes del mundo. (Isaías 26:18)
Tus muertos vivirán, Sus cadáveres se levantarán. ¡Moradores del polvo, despierten y den gritos de júbilo!, Porque tu rocío es como el rocío del alba, Y la tierra dará a luz a los espíritus. (Isaías 26:19)
Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos Y cierra tras ti tus puertas; Escóndete por corto tiempo Hasta que pase la indignación. (Isaías 26:20)
Porque el SEÑOR va a salir de Su lugar Para castigar la iniquidad de los habitantes de la tierra, Y la tierra pondrá de manifiesto su sangre derramada Y no ocultará más a sus asesinados.
Aquel día el SEÑOR castigará Con Su espada inflexible, grande y poderosa, A Leviatán (monstruo marino), serpiente huidiza, A Leviatán, serpiente tortuosa, Y matará al dragón que vive en el mar. (Isaías 27:1)
Aquel día se dirá: "Una viña de vino; de ella canten. (Isaías 27:2)
Yo, el SEÑOR, soy su guardador; A cada momento la riego. Para que nadie la dañe, La guardo noche y día. (Isaías 27:3)

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Isaías 26:21 - Referencia Cruzada

Castigaré al mundo por su maldad Y a los impíos por su iniquidad. También pondré fin a la arrogancia de los soberbios, Y abatiré el orgullo de los despiadados. (Isaías 13:11)
Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra." (Apocalipsis 18:24)
Y el SEÑOR le dijo: "¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a Mí desde la tierra. (Génesis 4:10)
y no tomarán rescate por el que ha huido a la ciudad de refugio para que vuelva y habite en la tierra antes de la muerte del sacerdote. (Números 35:32)
Por tanto, así dice el Santo de Israel: "Ya que han desechado esta palabra, Y han confiado en la opresión y en el engaño, y se han apoyado en ellos, (Isaías 30:12)
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y Tú les has dado a beber sangre. Se lo merecen." (Apocalipsis 16:6)
Porque el SEÑOR sale de Su lugar, Y descenderá y caminará sobre las alturas de la tierra. (Miqueas 1:3)
¡Oh tierra, no cubras mi sangre, Y no deje de haber lugar para mi clamor! (Job 16:18)
De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: "El Señor vino con muchos millares de Sus santos, (Judas 1:14)
Los querubines estaban de pie a la derecha del templo cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior. (Ezequiel 10:3)
Necios, el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? (Lucas 11:40)
Entonces la gloria del SEÑOR salió de sobre el umbral del templo y se puso sobre los querubines. (Ezequiel 10:18)
Porque Yo seré como león para Efraín, Y como leoncillo para la casa de Judá. Yo, Yo mismo, desgarraré y me iré, Arrebataré y no habrá quien libre. (Oseas 5:14)
Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos, las grandes abominaciones que comete aquí la casa de Israel para que Me aleje de Mi santuario? Pero aún verás mayores abominaciones." (Ezequiel 8:6)
Desde Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. (Salmos 50:2)
Pero que El les dé alivio a ustedes que son afligidos, y también a nosotros, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con Sus poderosos ángeles en llama de fuego, (2 Tesalonicenses 1:7)
Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido. (Apocalipsis 6:9)
Porque su sangre está en medio de ella, La puso sobre la roca desnuda; No la derramó sobre la tierra Para que el polvo la cubriera. (Ezequiel 24:7)
Porque así me ha dicho el SEÑOR: "Me estaré quieto y miraré desde Mi morada, Como calor resplandeciente al sol, Como nube de rocío en el calor de la cosecha." (Isaías 18:4)
Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo. Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura; (Ezequiel 9:3)
para que la sangre de todos los profetas, derramada desde la fundación del mundo, se le cargue a esta generación. (Lucas 11:50)