Nueva Biblia Latinoamericana
Pues al derramar ella este perfume sobre Mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. (Mateo 26:12)
En verdad les digo, que dondequiera que este evangelio se predique, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho, en memoria de ella." (Mateo 26:13)
Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, (Mateo 26:14)
y les dijo: "¿Qué están dispuestos a darme para que yo les entregue a Jesús?" Y ellos le pesaron treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos).
Y desde entonces Judas buscaba una oportunidad para entregar a Jesús. (Mateo 26:16)
El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: "¿Dónde quieres que hagamos los preparativos para que comas la Pascua?" (Mateo 26:17)
Y El respondió: "Vayan a la ciudad, a cierto hombre , y díganle: 'El Maestro dice: "Mi tiempo está cerca; quiero celebrar la Pascua en tu casa con Mis discípulos."'" (Mateo 26:18)

Otras publicaciones relacionadas con "Mateo 26:15":

Poniendo TODO a los pies de Jesus
El Dr. Bob Bakke comparte su testimonio sobre cómo comenzó a orar más y más y cómo Dios lo llevó a liderar a millones de personas en oración. También habla del Día Global de Oración y de cómo ha crecido en popularidad desde su inicio en 2005. En Juan 12, se presenta una escena donde María unge los pies de Jesús con perfume costoso. El pastor invita a los oyentes a considerar qué tesoro Dios ha puesto en sus manos y a entregarlo a Jesús en adoración y oración.


Gail Thomas
Una historia de redención
En este sermón se habla sobre la historia de la redención que comienza en el jardín del Edén y continúa con la resurrección de Jesús. También se mencionan las fiestas judías y cómo éstas son una representación de la obra redentora de Dios. Finalmente, se ora por la maestra Gail y por su labor de enseñar las raíces hebraicas del cristianismo.


Mateo 26:15 - Referencia Cruzada

Y les dije: "Si les parece bien, denme mi paga; y si no, déjenla." Y pesaron como mi salario treinta monedas de plata. (Zacarías 11:12)
Entonces Micaía le dijo: "Quédate conmigo y sé padre y sacerdote para mí, y yo te daré diez monedas de plata por año, el vestido y la comida." Entonces el Levita entró. (Jueces 17:10)
no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. (1 Timoteo 3:3)
Y los perros son voraces, no se sacian. Ellos son pastores que no saben entender. Todos se han apartado por su propio camino, Cada cual, hasta el último, busca su propia ganancia. (Isaías 56:11)
Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. (1 Timoteo 6:9)
Los príncipes de los Filisteos fueron a ella y le dijeron: "Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará 1,100 monedas de plata." (Jueces 16:5)
Y Judá dijo a sus hermanos: "¿Qué ganaremos con matar a nuestro hermano y ocultar su sangre? (Génesis 37:26)
Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, el dueño dará a su amo treinta siclos (342 gramos) de plata, y el buey será apedreado. (Éxodo 21:32)
Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar. Seducen a las almas inestables. Tienen un corazón ejercitado en la avaricia; son hijos de maldición. (2 Pedro 2:14)
Ellos le respondieron: "Calla, pon la mano sobre tu boca y ven con nosotros, y sé padre y sacerdote para nosotros. ¿Te es mejor ser sacerdote para la casa de un hombre, o ser sacerdote para una tribu y una familia de Israel?" (Jueces 18:19)
Este, pues, con el precio de su terrible infamia (iniquidad) adquirió un terreno, y cayendo de cabeza se reventó por el medio, y todas sus entrañas se derramaron. (Hechos 1:18)
Entonces Judas, el que Lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos de plata) a los principales sacerdotes y a los ancianos, (Mateo 27:3)
En su avaricia los explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida. (2 Pedro 2:3)
Y se acercó a ella junto al camino, y le dijo: "Vamos, déjame estar contigo;" pues no sabía que era su nuera. "¿Qué me darás por estar conmigo?" le dijo ella. (Génesis 38:16)