Nueva Biblia Latinoamericana
Aunque tú, Israel, te prostituyas, Que no se haga culpable Judá; Tampoco vayan a Gilgal, Ni suban a Bet Avén, Ni juren: "¡Vive el SEÑOR!" (Oseas 4:15)
Ya que Israel es terco Como una novilla indómita, ¿Los pastoreará ahora el SEÑOR Como a un cordero en campo espacioso? (Oseas 4:16)
Efraín se ha unido a los ídolos; Déjalo. (Oseas 4:17)
Acabada su bebida, Se entregaron a la prostitución; Sus príncipes aman mucho la ignominia.
El viento los envuelve en sus alas, Y se avergonzarán de sus sacrificios. (Oseas 4:19)
¡Oigan esto, sacerdotes! ¡Estén atentos, casa de Israel! ¡Escuchen casa del rey! Porque para ustedes es el juicio; Pues han sido lazo en Mizpa, Y red tendida en el Monte Tabor. (Oseas 5:1)
Los rebeldes se han ahondado en la perversión; Pero Yo los castigaré a todos ellos. (Oseas 5:2)

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Oseas 4:18 - Referencia Cruzada

Comerán, pero no se saciarán; Se prostituirán, pero no se multiplicarán, Porque han dejado de hacer caso al SEÑOR. (Oseas 4:10)
Pero Yo te planté como vid escogida, Toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, te has convertido delante de Mí En un sarmiento degenerado de una vid extraña? (Jeremías 2:21)
Sólo hay falso juramento, mentira, asesinato, robo y adulterio. Emplean la violencia, y homicidios tras homicidios se suceden. (Oseas 4:2)
Porque la vid de ellos es de la vid de Sodoma Y de los campos de Gomorra; Sus uvas son uvas venenosas, Sus racimos, amargos. (Deuteronomio 32:32)
Pero sus hijos no anduvieron en los caminos de su padre, sino que se desviaron tras ganancias deshonestas, aceptaron sobornos y pervirtieron el derecho. (1 Samuel 8:3)
No torcerás la justicia; no harás acepción de personas, ni tomarás soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo. (Deuteronomio 16:19)
No aceptarás soborno, porque el soborno ciega aun al de vista clara y pervierte las palabras del justo. (Éxodo 23:8)
Aquí estoy; testifiquen contra mí delante del SEÑOR y delante de Su ungido. ¿A quién he quitado un buey, o a quién he quitado un asno, o a quién he defraudado? ¿A quién he oprimido, o de mano de quién he tomado soborno para cegar mis ojos con él? Testifiquen, y se lo restituiré." (1 Samuel 12:3)
Pues yo sé que muchas son sus transgresiones y graves sus pecados: Oprimen al justo, aceptan soborno Y rechazan a los pobres en la puerta (de la ciudad). (Amós 5:12)
Sus jefes juzgan por soborno, Sus sacerdotes enseñan por precio, Sus profetas adivinan por dinero, Y se apoyan en el SEÑOR, diciendo: "¿No está el SEÑOR en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros mal alguno." (Miqueas 3:11)
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y también el juez, una recompensa, El grande habla de lo que desea su alma, Y juntos lo traman. (Miqueas 7:3)
La sanguijuela tiene dos hijas, que dicen: "¡Dame!" "¡Dame!" Hay tres cosas que no se saciarán, Y una cuarta que no dirá: "¡Basta!" (Proverbios 30:15)
Esto sucedió porque los Israelitas habían pecado contra el SEÑOR su Dios, que los había sacado de la tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón, rey de Egipto, y habían reverenciado a otros dioses; (2 Reyes 17:7)
Se han reunido los príncipes de los pueblos como el pueblo del Dios de Abraham; Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es ensalzado en gran manera. (Salmos 47:9)
¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel, La que estaba llena de justicia! Moraba en ella la rectitud, Pero ahora, asesinos. (Isaías 1:21)