Y él les respondió: "Tómenme y láncenme al mar, y el mar se calmará alrededor de ustedes, pues yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre ustedes."
(Jonás 1:12)Los hombres se pusieron a remar con afán para volver a tierra firme, pero no pudieron, porque el mar seguía embraveciéndose contra ellos.
(Jonás 1:13)Entonces invocaron al SEÑOR, y dijeron: "Te rogamos, oh SEÑOR, no permitas que perezcamos ahora por causa de la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros sangre inocente; porque Tú, SEÑOR, has hecho como has deseado."
(Jonás 1:14)Tomaron, pues, a Jonás y lo lanzaron al mar; y el mar cesó en su furia.
Y aquellos hombres temieron en gran manera al SEÑOR; ofrecieron un sacrificio al SEÑOR y le hicieron votos.
(Jonás 1:16)Y el SEÑOR dispuso un gran pez que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.
(Jonás 1:17)Entonces Jonás oró al SEÑOR su Dios desde el vientre del pez,
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Jonás 1:15 - Referencia Cruzada
El rey tomó a los dos hijos de Rizpa, hija de Aja, Armoni y Mefiboset, que ella había dado a Saúl, y a los cinco hijos de Merab, hija de Saúl, que ella había dado a Adriel, hijo de Barzilai el Meholatita,
(2 Samuel 21:8)Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al Valle de Acor.
(Josué 7:24)Cambió la tempestad en suave brisa Y las olas del mar se calmaron.
(Salmos 107:29)Los torrentes han alzado, oh SEÑOR, Los torrentes han alzado su voz; Los torrentes alzan sus batientes olas.
(Salmos 93:3)Y El les contestó: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces Jesús se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
(Mateo 8:26)Llegándose a Jesús, Lo despertaron, diciendo: "¡Maestro, Maestro, que perecemos!" Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
(Lucas 8:24)El que calma el rugido de los mares, El estruendo de las olas, Y el tumulto de los pueblos.
(Salmos 65:7)Tú dominas la soberbia del mar; Cuando sus olas se levantan, Tú las calmas.
(Salmos 89:9)