Nueva Biblia Latinoamericana
Pero el SEÑOR desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse. (Jonás 1:4)
Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios; y arrojaron al mar la carga que estaba en el barco para aligerarlo. Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente. (Jonás 1:5)
El capitán se le acercó y le dijo: "¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu Dios! Quizás tu Dios piense en nosotros y no pereceremos." (Jonás 1:6)
Y cada uno dijo a su compañero: "Vengan, echemos suertes para saber por causa de quién nos ha venido esta calamidad." Y echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás.
Entonces le dijeron: "Decláranos ahora por causa de quién nos ha venido esta calamidad. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?" (Jonás 1:8)
El les respondió: "Soy Hebreo, y temo al SEÑOR Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra." (Jonás 1:9)
Los hombres se atemorizaron en gran manera y le dijeron: "¿Qué es esto que has hecho?" Porque ellos sabían que él huía de la presencia del SEÑOR, por lo que él les había declarado. (Jonás 1:10)

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Jonás 1:7 - Referencia Cruzada

Le diré a Dios: 'No me condenes, Hazme saber que tienes contra mí. (Job 10:2)
Se reparten entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echan suertes. (Salmos 22:18)
Cuando Gedeón llegó allí, un hombre estaba contando un sueño a su amigo: "Escuchen, tuve un sueño. Un pan de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo y la tienda quedó extendida." (Jueces 7:13)
Cada uno ayuda a su prójimo, Y dice a su hermano: "Sé fuerte." (Isaías 41:6)
Y habiendo crucificado a Jesús, se repartieron Sus vestidos echando suertes; (Mateo 27:35)
Samuel hizo que se acercaran todas las tribus de Israel, y fue escogida por sorteo la tribu de Benjamín. (1 Samuel 10:20)
La suerte se echa en el regazo, Pero del SEÑOR viene toda decisión. (Proverbios 16:33)
En el mes primero, que es el mes de Nisán, el año doce del rey Asuero, se echó el Pur, es decir la suerte, delante de Amán para cada día y cada mes hasta el mes doce, que es el mes de Adar. (Ester 3:7)
Esto es lo que haremos ahora a Guibeá: subiremos contra la ciudad por sorteo. (Jueces 20:9)
Después de destruir siete naciones en la tierra de Canaán, repartió sus tierras en herencia; todo esto duró como 450 años. (Hechos 13:19)
Y el SEÑOR dijo a Josué: "¡Levántate! ¿Por qué te has postrado rostro en tierra? (Josué 7:10)
Por tanto, no juzguen antes de tiempo, sino esperen hasta que el Señor venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces cada uno recibirá de parte de Dios la alabanza que le corresponda. (1 Corintios 4:5)
Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás, al que también llamaban Justo, y a Matías. (Hechos 1:23)
Y Saúl dijo: "Acérquense aquí todos ustedes, jefes del pueblo, y averigüen y vean cómo este pecado ha acontecido hoy. (1 Samuel 14:38)
Así dice toda la congregación del SEÑOR: '¿Qué infidelidad es ésta que ustedes han cometido contra el Dios de Israel, apartándose hoy de seguir al SEÑOR, edificándose un altar, y rebelándose hoy contra el SEÑOR? (Josué 22:16)
Levántate, consagra al pueblo y di: 'Conságrense para mañana, porque así ha dicho el SEÑOR, Dios de Israel: "Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quiten el anatema de en medio de ustedes." (Josué 7:13)
Pero si no lo hacen así, miren, habrán pecado ante el SEÑOR, y tengan por seguro que su pecado los alcanzará. (Números 32:23)
Saúl entonces dijo al SEÑOR, Dios de Israel: "Da suerte perfecta." Y fueron señalados Jonatán y Saúl, pero el pueblo quedó libre. (1 Samuel 14:41)