Nueva Biblia Latinoamericana
alcé los ojos y miré, y había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con un cinturón de oro puro de Ufaz. (Daniel 10:5)
Su cuerpo era como de berilo, su rostro tenía la apariencia de un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y pies como el brillo del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. (Daniel 10:6)
Y sólo yo, Daniel, vi la visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse. (Daniel 10:7)
Me quedé solo viendo esta gran visión. No me quedaron fuerzas, y mi rostro se demudó, desfigurándose, sin retener yo fuerza alguna.
Pero oí el sonido de sus palabras, y al oír el sonido de sus palabras, caí en un sueño profundo sobre mi rostro, con mi rostro en tierra. (Daniel 10:9)
Entonces, una mano me tocó, y me hizo temblar sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. (Daniel 10:10)
Daniel, hombre muy estimado, entiende las palabras que te voy a decir y ponte en pie, porque ahora he sido enviado a ti," me dijo. Cuando él me dijo estas palabras, me puse en pie temblando. (Daniel 10:11)

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Daniel 10:8 - Referencia Cruzada

Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. (Génesis 32:24)
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. (2 Corintios 12:2)
Entonces Moisés dijo: "Me acercaré ahora para ver esta maravilla (gran visión), por qué la zarza no se quema." (Éxodo 3:3)
Porque él no sabía qué decir, pues estaban aterrados. (Marcus 9:6)
Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. (2 Corintios 12:7)
Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor. (Mateo 17:6)
Lo vi venir junto al carnero, y enfurecido contra él, hirió al carnero y le rompió los dos cuernos, y el carnero no tenía fuerza para mantenerse en pie delante de él. Lo arrojó en tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder. (Daniel 8:7)
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: "No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo, (Apocalipsis 1:17)
Miren, la hora viene, y ya ha llegado, en que serán esparcidos, cada uno por su lado, y Me dejarán solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. (Juan 16:32)
Yo, Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, y no había nadie que la interpretara. (Daniel 8:27)
El sol salía cuando Jacob cruzaba Peniel, y cojeaba de su muslo. (Génesis 32:31)
Hasta aquí la revelación. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron en gran manera y mi rostro palideció, pero guardé el asunto en mi corazón." (Daniel 7:28)
Oí, y se estremecieron mis entrañas; A Tu voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, Y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, Al pueblo que se levantará para invadirnos. (Habacuc 3:16)