Nueva Biblia Latinoamericana
El SEÑOR ha hecho lo que se propuso, Ha cumplido Su palabra Que había ordenado desde tiempos antiguos. Ha derribado sin perdonar, Ha hecho que se alegre el enemigo sobre ti, Ha exaltado el poder de tus adversarios. (Lamentaciones 2:17)
El corazón de ellos clamó al Señor: "Muralla de la hija de Sion, Corran tus lágrimas como un río día y noche, No te des reposo, No tengan descanso tus ojos. (Lamentaciones 2:18)
Levántate, da voces en la noche Al comenzar las vigilias. Derrama como agua tu corazón Ante la presencia del Señor. Alza hacia El tus manos Por la vida de tus pequeños, Que desfallecen de hambre En las esquinas de todas las calles." (Lamentaciones 2:19)
Mira, oh SEÑOR, y observa: ¿A quién has tratado así? ¿Habían de comerse las mujeres el fruto de sus entrañas , A los pequeños criados con cariño? ¿Habían de ser muertos en el santuario del Señor El sacerdote y el profeta?
Yacen por tierra en las calles Jóvenes y ancianos; Mis vírgenes y mis mancebos Han caído a espada. Has matado en el día de Tu ira, Has hecho matanza, no has perdonado. (Lamentaciones 2:21)
Como en día de fiesta solemne convocaste Mis terrores de todas partes; Y no hubo en el día de la ira del SEÑOR Quien escapara ni sobreviviera. A los que crié y mantuve, Mi enemigo los exterminó. (Lamentaciones 2:22)
Yo soy el hombre que ha visto la aflicción A causa de la vara de Su furor. (Lamentaciones 3:1)

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Lamentaciones 2:20 - Referencia Cruzada

Reconocemos, oh SEÑOR, nuestra impiedad, La iniquidad de nuestros padres, pues hemos pecado contra ti. (Jeremías 14:20)
Pero oí que a los otros les dijo: "Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen. (Ezequiel 9:5)
Comerán la carne de sus hijos, y la carne de sus hijas comerán. (Levítico 26:29)
La presencia del SEÑOR los dispersó, No volverá a mirarlos. Ellos no honraron a los sacerdotes, Ni tuvieron piedad de los ancianos. (Lamentaciones 4:16)
El SEÑOR, pues, corta de Israel la cabeza y la cola, La hoja de palmera y el junco en un mismo día. (Isaías 9:14)
Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comerá la carne de su prójimo durante el sitio y en la aflicción con que los afligirán sus enemigos y los que buscan su vida."' (Jeremías 19:9)
Por tanto, así dice el SEÑOR: 'En cuanto a los profetas que profetizan en Mi nombre sin que Yo los haya enviado, y que dicen: "No habrá espada ni hambre en esta tierra," a espada y de hambre esos profetas perecerán.' (Jeremías 14:15)
Entonces Moisés suplicó ante el SEÑOR su Dios, y dijo: "Oh SEÑOR, ¿por qué se enciende Tu ira contra Tu pueblo, que Tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? (Éxodo 32:11)
Las manos de mujeres compasivas Cocieron a sus propios hijos, Que les sirvieron de comida A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén). (Lamentaciones 4:10)
Llamé a mis amantes, mas ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos han perecido en la ciudad, Cuando buscaban alimento para sí a fin de restaurar sus fuerzas. (Lamentaciones 1:19)
Los profetas profetizan falsamente, Los sacerdotes gobiernan por su cuenta, Y a Mi pueblo así le gusta. Pero ¿qué harán al final de esto? (Jeremías 5:31)
Pero a causa de los pecados de sus profetas Y de las iniquidades de sus sacerdotes, Quienes derramaron en medio de ella La sangre de los justos, (Lamentaciones 4:13)
Porque Tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, Ni nos reconoce Israel. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, Desde la antigüedad Tu nombre es Nuestro Redentor. (Isaías 63:16)
Pero ahora, oh SEÑOR, Tú eres nuestro Padre, Nosotros el barro, y Tú nuestro alfarero; Obra de Tus manos somos todos nosotros. (Isaías 64:8)
Por eso, los padres se comerán a sus hijos en medio de ti, y los hijos se comerán a sus padres; ejecutaré juicios en ti y esparciré cuantos te queden a todos los vientos. (Ezequiel 5:10)
Porque tanto el profeta como el sacerdote están corrompidos; Aun en Mi casa he hallado su maldad," declara el SEÑOR. (Jeremías 23:11)
Sus sacerdotes cayeron a espada, Y sus viudas no pudieron llorar. (Salmos 78:64)
Entonces comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que el SEÑOR tu Dios te ha dado, en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá. (Deuteronomio 28:53)
Oré al SEÑOR, y dije: 'Oh Señor DIOS, no destruyas a Tu pueblo, a Tu heredad, que Tú has redimido con Tu grandeza, que Tú has sacado de Egipto con mano fuerte. (Deuteronomio 9:26)
Y el rey le dijo: "¿Qué te pasa?" Y ella respondió: "Esta mujer me dijo: 'Da tu hijo para que lo comamos hoy, y mi hijo lo comeremos mañana.' (2 Reyes 6:28)