Nueva Biblia Latinoamericana
Como está escrito en la ley de Moisés, toda esta calamidad ha venido sobre nosotros, pero no hemos buscado el favor del SEÑOR nuestro Dios, apartándonos de nuestra iniquidad y prestando atención a Tu verdad. (Daniel 9:13)
Por tanto, el SEÑOR ha estado guardando esta calamidad y la ha traído sobre nosotros. Porque el SEÑOR nuestro Dios es justo en todas las obras que ha hecho, pero nosotros no hemos obedecido Su voz. (Daniel 9:14)
Y ahora, Señor Dios nuestro, que sacaste a Tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y Te has hecho un nombre, como hoy se ve , hemos pecado, hemos sido malos. (Daniel 9:15)
Oh Señor, conforme a todos Tus actos de justicia, apártese ahora Tu ira y Tu furor de Tu ciudad, Jerusalén, Tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y Tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.
Y ahora, Dios nuestro, escucha la oración de Tu siervo y sus súplicas, y haz resplandecer Tu rostro sobre Tu santuario desolado, por amor de Ti mismo, oh Señor. (Daniel 9:17)
Inclina Tu oído, Dios mío, y escucha. Abre Tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual se invoca Tu nombre. Pues no es por nuestros propios méritos que presentamos nuestras súplicas delante de Ti, sino por Tu gran compasión. (Daniel 9:18)
¡Oh Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y actúa! ¡No tardes, por amor de Ti mismo, Dios mío! Porque Tu nombre se invoca sobre Tu ciudad y sobre Tu pueblo." (Daniel 9:19)

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Daniel 9:16 - Referencia Cruzada

Salmo de David. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Presta oído a mis súplicas, Respóndeme por Tu fidelidad, por Tu justicia; (Salmos 143:1)
Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad (iniquidad). (1 Juan 1:9)
Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios, (Daniel 9:20)
No Te enojes en exceso, oh SEÑOR, Ni para siempre Te acuerdes de la iniquidad. Mira, Te rogamos, todos nosotros somos Tu pueblo. (Isaías 64:9)
Te haré desolación y oprobio entre las naciones que te rodean, a los ojos de todos los que pasen. (Ezequiel 5:14)
Líbrame en Tu justicia, y rescátame; Inclina a mí Tu oído, y sálvame. (Salmos 71:2)
Los perseguiré con la espada, con el hambre y con la pestilencia, y los haré motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, para que sean maldición, horror, burla y oprobio entre todas las naciones adonde los he arrojado. (Jeremías 29:18)
Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios, Que habito en Sion, Mi santo monte. Y Jerusalén será santa, Y los extranjeros no pasarán más por ella. (Joel 3:17)
En gran manera ha pecado Jerusalén, Por lo cual se ha vuelto cosa inmunda. Todos los que la honraban la desprecian Porque han visto su desnudez, Y ella gime y se vuelve de espaldas. (Lamentaciones 1:8)
Hemos sido el oprobio de nuestros vecinos, Escarnio y burla de los que nos rodean. (Salmos 79:4)
El SEÑOR empobrece y enriquece; Humilla y también exalta. (1 Samuel 2:7)
Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, Desde la eternidad hasta la eternidad. Amén y amén. (Salmos 41:13)
Pues Yo te hice subir de la tierra de Egipto, Y de la casa de servidumbre te redimí, Y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a Miriam. (Miqueas 6:4)
Hallaste fiel su corazón delante de Ti, E hiciste con él un pacto Para darle la tierra del Cananeo, Del Hitita, del Amorreo, Del Ferezeo, del Jebuseo y del Gergeseo, Para darla a su descendencia. Y has cumplido Tu palabra, porque eres justo. (Nehemías 9:8)
Así que dan testimonio en contra de ustedes mismos, que son hijos de los que asesinaron a los profetas. (Mateo 23:31)
entonces cortaré a Israel de sobre la superficie de la tierra que les he dado; y la casa que he consagrado a Mi nombre la echaré de Mi presencia, e Israel se convertirá en refrán y escarnio entre todos los pueblos. (1 Reyes 9:7)
Baten palmas contra ti Todos los que pasan por el camino; Silban y mueven sus cabezas Contra la hija de Jerusalén, diciendo: "¿Es ésta la ciudad de la cual decían: 'La perfección de la hermosura, El gozo de toda la tierra?'" (Lamentaciones 2:15)
Para el director del coro. Salmo de David. En Ti, oh SEÑOR, me refugio; Jamás sea yo avergonzado; Líbrame en Tu justicia. (Salmos 31:1)
Así que los que sobrevivan de ustedes se pudrirán a causa de su iniquidad en la tierra de sus enemigos; también a causa de las iniquidades de sus antepasados se pudrirán junto con ellos. (Levítico 26:39)
Nosotros hemos pecado como nuestros padres, Hemos hecho iniquidad, nos hemos conducido impíamente. (Salmos 106:6)
Porque después de todo, es justo delante de Dios que El pague con aflicción a quienes los afligen a ustedes. (2 Tesalonicenses 1:6)
por todo el mal que los Israelitas y los hijos de Judá hicieron para provocarme a ira, ellos, sus reyes, sus jefes, sus sacerdotes, sus profetas, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén. (Jeremías 32:32)
Los haré motivo de espanto y de calamidad para todos los reinos de la tierra, de oprobio y refrán, de burla y maldición en todos los lugares adonde los dispersaré. (Jeremías 24:9)
Salmo de los hijos de Coré. Cántico. En los montes santos están Sus cimientos. (Salmos 87:1)
No los adorarás (No te inclinarás ante ellos) ni los servirás (ni los honrarás). Porque Yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que Me aborrecen, (Éxodo 20:5)
Así dice el SEÑOR: 'Volveré a Sion y en medio de Jerusalén moraré. Y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad (Fidelidad), y el monte del SEÑOR de los ejércitos, Monte Santo.' (Zacarías 8:3)
¡Ay de ustedes! Porque edifican los sepulcros de los profetas, y fueron los padres de ustedes quienes los mataron. (Lucas 11:47)