Nueva Biblia Latinoamericana
Sus siervos llevaron su cuerpo en un carro desde Meguido, lo trajeron a Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo de aquella tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, y lo ungieron y lo hicieron rey en lugar de su padre. (2 Reyes 23:30)
Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. El nombre de su madre era Hamutal, hija de Jeremías, de Libna. (2 Reyes 23:31)
Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que habían hecho sus padres. (2 Reyes 23:32)
Y Faraón Necao lo puso en prisión en Ribla, en la tierra de Hamat, para que no reinara en Jerusalén; e impuso una multa sobre la tierra de 34 toneladas de plata y 34 kilos de oro.
Faraón Necao hizo rey a Eliaquim, hijo de Josías, en lugar de Josías su padre, y cambió su nombre por el de Joacim. Pero tomó a Joacaz y lo llevó a Egipto, y allí murió. (2 Reyes 23:34)
Y Joacim dio la plata y el oro a Faraón, e impuso contribuciones al país para entregar el dinero conforme al mandato de Faraón. Exigió la plata y el oro del pueblo del país, a cada uno conforme a sus bienes, para dárselo a Faraón Necao. (2 Reyes 23:35)
Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Zebuda, hija de Pedaías, de Ruma. (2 Reyes 23:36)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Reyes 23:33":

Dr. Roberto Miranda
De la crisis a la bendición
El autor, Dr. Roberto Miranda, habla sobre cómo el capítulo 20 de Segundo de Crónicas de la Biblia puede ser un modelo para la vida cristiana en tiempos de crisis. Josafat y el pueblo de Judá buscaron a Dios a través de la oración y el ayuno en medio de una crisis nacional y fueron bendecidos con la victoria a través de la fe y la adoración. El artículo también menciona cómo la palabra Beraca se utiliza para describir un negocio cristiano en México y cómo la misma trayectoria de la crisis a la bendición puede ser nuestra si confiamos en Dios.


Dr. Roberto Miranda
Agua de vida y agua de muerte
El pasaje de Segundo de Reyes capítulo tres nos habla de la complejidad del carácter del rey Josafat y la importancia de mantener una sana distancia del mundo para no dejar que el mundo coloree y determine nuestra forma de conducirnos.


2 Reyes 23:33 - Referencia Cruzada

Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria en Laquis: "He hecho lo malo. Retírate de mí; lo que me impongas, aceptaré." Y el rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, 10.2 toneladas de plata y una tonelada de oro. (2 Reyes 18:14)
Pero el rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso a la tierra una multa de 3.4 toneladas de plata y 34 kilos de oro. (2 Crónicas 36:3)
Nabuzaradán, capitán de la guardia, los tomó y los llevó al rey de Babilonia en Ribla. (Jeremías 52:26)
Si algunos hombres luchan entre sí y golpean a una mujer encinta, y ella aborta, sin haber otro daño, ciertamente el culpable será multado según lo que el esposo de la mujer demande de él. Pagará según lo que los jueces decidan. (Éxodo 21:22)
Cuando exaltó a uno de sus cachorros, Este se hizo león, Y aprendió a desgarrar su presa; Devoró hombres. (Ezequiel 19:3)
y la frontera descenderá de Sefam a Ribla, sobre el lado oriental de Aín; y la frontera descenderá y alcanzará la ribera sobre el lado oriental del Mar de Cineret (de Galilea). (Números 34:11)
En sus días subió Faraón Necao, rey de Egipto, contra el rey de Asiria junto al Río Eufrates. Y el rey Josías fue a su encuentro, pero Faraón Necao lo mató en Meguido en cuanto lo vio. (2 Reyes 23:29)
Entonces capturaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y éste lo sentenció. (2 Reyes 25:6)
Así Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión, y todo Israel con él, una gran asamblea desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto, delante del SEÑOR nuestro Dios, por siete días y siete días más, o sea catorce días. (1 Reyes 8:65)
Pero el ejército de los Caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; lo apresaron y lo llevaron a Ribla en la tierra de Hamat, donde Nabucodonosor, rey de Babilonia, dictó sentencia contra él. (Jeremías 39:5)
Entonces capturaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia en Ribla en la tierra de Hamat, y allí él lo sentenció. (Jeremías 52:9)
Entonces ellos subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, en Lebo Hamat. (Números 13:21)
El hombre de gran ira llevará el castigo, Porque si tú lo rescatas, tendrás que hacerlo de nuevo. (Proverbios 19:19)