Nueva Biblia Latinoamericana
Una cesta tenía higos muy buenos, como los primeros higos maduros; y la otra tenía higos muy malos, que de podridos no se podían comer. (Jeremías 24:2)
Entonces el SEÑOR me dijo: "¿Qué ves, Jeremías?" Yo dije: "Higos; los higos buenos son muy buenos, pero los malos son muy malos, que de podridos no se pueden comer." (Jeremías 24:3)
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR: (Jeremías 24:4)
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Como a estos higos buenos, así consideraré como buenos a los desterrados de Judá que Yo he echado de este lugar a la tierra de los Caldeos.
Porque pondré Mis ojos sobre ellos para bien, y los traeré de nuevo a esta tierra; los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré. (Jeremías 24:6)
Les daré un corazón para que Me conozcan, porque Yo soy el SEÑOR; y ellos serán Mi pueblo y Yo seré su Dios, pues volverán a Mí de todo corazón. (Jeremías 24:7)
Pero como a los higos malos que de podridos no se pueden comer,' así dice el SEÑOR, 'de la misma manera abandonaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales, al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra y a los que habitan en la tierra de Egipto. (Jeremías 24:8)

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Jeremías 24:5 - Referencia Cruzada

Bueno es el SEÑOR, Una fortaleza en el día de la angustia, Y conoce a los que en El se refugian. (Nahúm 1:7)
Bienaventurado el hombre a quien reprendes, SEÑOR, Y lo instruyes en Tu ley; (Salmos 94:12)
No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello: "El Señor conoce a los que son Suyos," y: "Que se aparte de la iniquidad todo aquél que menciona el nombre del Señor." (2 Timoteo 2:19)
En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien. (Deuteronomio 8:16)
Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y Me siguen. (Juan 10:27)
pero si alguien ama a Dios, ése es conocido por El. (1 Corintios 8:3)
Y meteré la tercera parte en el fuego, Los refinaré como se refina la plata, Y los probaré como se prueba el oro. Invocarán Mi nombre, Y Yo les responderé; Diré: 'Ellos son Mi pueblo,' Y ellos dirán: 'El SEÑOR es mi Dios.'" (Zacarías 13:9)
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:19)
Pero él respondió: 'En verdad les digo que no las conozco.' (Mateo 25:12)
Bueno es para mí ser afligido, Para que aprenda Tus estatutos. (Salmos 119:71)
Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: "HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL. (Hebreos 12:5)
Pero ahora que conocen a Dios, o más bien, que son conocidos por Dios, ¿cómo es que se vuelven otra vez a las cosas débiles, inútiles (sin valor) y elementales, a las cuales desean volver a estar esclavizados de nuevo? (Gálatas 4:9)
Antes que fuera afligido, yo me descarrié, Pero ahora guardo Tu palabra. (Salmos 119:67)
Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. (Romanos 8:28)