Nueva Biblia Latinoamericana
y pondré sobre ustedes oprobio eterno y humillación eterna que nunca será olvidada." (Jeremías 23:40)
Después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, desterró a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los oficiales de Judá junto con los artesanos y herreros de Jerusalén, y los llevó a Babilonia, el SEÑOR me mostró dos cestas de higos colocadas delante del templo del SEÑOR. (Jeremías 24:1)
Una cesta tenía higos muy buenos, como los primeros higos maduros; y la otra tenía higos muy malos, que de podridos no se podían comer. (Jeremías 24:2)
Entonces el SEÑOR me dijo: "¿Qué ves, Jeremías?" Yo dije: "Higos; los higos buenos son muy buenos, pero los malos son muy malos, que de podridos no se pueden comer."
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR: (Jeremías 24:4)
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Como a estos higos buenos, así consideraré como buenos a los desterrados de Judá que Yo he echado de este lugar a la tierra de los Caldeos. (Jeremías 24:5)
Porque pondré Mis ojos sobre ellos para bien, y los traeré de nuevo a esta tierra; los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré. (Jeremías 24:6)

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Jeremías 24:3 - Referencia Cruzada

Y el ángel me dijo: "¿Qué ves?" Y respondí: "Veo un rollo que vuela; su longitud es de 20 codos (9 m) y su anchura de 10 codos (4.5 m)." (Zacarías 5:2)
Y me preguntó: "¿Qué ves?" Y respondí: "Veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima; (Zacarías 4:2)
Y el SEÑOR me dijo: "¿Qué ves, Amós?" "Una plomada," le respondí. Entonces el Señor dijo: "Voy a poner una plomada En medio de Mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo. (Amós 7:8)
y El me preguntó: "¿Qué ves, Amós?" "Una canasta de fruta de verano," respondí. Entonces el SEÑOR me dijo: "Ha llegado el fin para Mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo. (Amós 8:2)
Entonces el ángel que hablaba conmigo, salió y me dijo: "Alza ahora tus ojos y mira qué es esto que sale." (Zacarías 5:5)
Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR: "¿Qué ves tú, Jeremías?" "Veo una vara de almendro," respondí. (Jeremías 1:11)
y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. (Mateo 25:32)
(Antiguamente en Israel, cuando uno iba a consultar a Dios, decía: "Vengan, vamos al vidente;" porque al que hoy se le llama profeta, antes se le llamaba vidente.) (1 Samuel 9:9)