Nueva Biblia Latinoamericana
El que hizo el oído, ¿acaso no oye? El que dio forma al ojo, ¿acaso no ve? (Salmos 94:9)
¿No reprenderá el que castiga a las naciones, El que enseña conocimiento al hombre? (Salmos 94:10)
El SEÑOR conoce los pensamientos del hombre, Sabe que son sólo un soplo. (Salmos 94:11)
Bienaventurado el hombre a quien reprendes, SEÑOR, Y lo instruyes en Tu ley;
Para darle descanso en los días de aflicción, Hasta que se cave una fosa para el impío. (Salmos 94:13)
Porque el SEÑOR no abandonará a Su pueblo, Ni desamparará a Su heredad. (Salmos 94:14)
Porque el juicio volverá a ser justo, Y todos los rectos de corazón lo seguirán. (Salmos 94:15)

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Charles Spurgeon
El Señor disciplina a los Suyos, pero nunca los desampara
Dios nunca abandona a sus elegidos, incluso cuando los disciplina. La disciplina es una forma de instrucción que produce paz y descanso en el corazón del creyente. La vara de la disciplina no significa ira, sino amor. Dios puede castigar y corregir, pero nunca abandonar ni dejar de amar.


Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Salmos 94:12 - Referencia Cruzada

Por tanto, debes comprender en tu corazón que el SEÑOR tu Dios te estaba disciplinando, así como un hombre disciplina a su hijo. (Deuteronomio 8:5)
Antes que fuera afligido, yo me descarrié, Pero ahora guardo Tu palabra. (Salmos 119:67)
Entonces El abre el oído de los hombres, Y sella su instrucción, (Job 33:16)
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:19)
Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR Ni aborrezcas Su reprensión, (Proverbios 3:11)
Bueno es para mí ser afligido, Para que aprenda Tus estatutos. (Salmos 119:71)
Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo. (1 Corintios 11:32)
Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: "HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL. (Hebreos 12:5)
Cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; No desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso (Shaddai). (Job 5:17)
La voz del SEÑOR clamará a la ciudad (prudente es temer Tu nombre): "Escucha, oh tribu, ¿quién ha señalado su tiempo? (Miqueas 6:9)